El Real Zaragoza rompe de cuajo con su tendencia histórica de apostar por un atacante joven, con proyección, bien en calidad de cedido o como inversiones en propiedad. Ha tenido que apostar por Álvaro Giménez, de 30 años, un veterano de guerra sin grandes batallas que fue Pichichi de Segunda en una espectacular temporada en el Almería pero que durante el resto de su extensa y desigual carrera lo más cerca que ha estado de esa cifra han sido los seis tantos que logró con el Alcorcón. En sus últimas tres campañas, el punta ilicitano no ha llegado a la media docena de presencias en las alineaciones del Cádiz y el Mallorca, con quienes participó en los ascensos a Primera. Giménez apura así su última bala en el cargador para reivindicarse como un 9 válido para un conjunto aragonés que ha tenido que renunciar a otras opciones y que recibe con los brazos abiertos al, por ahora, único atacante en plantilla junto a Iván Azón al margen de los canteranos Puche y Carbonell. Son otros tiempos en todos los sentidos.
En su amplia y por general exitosa nómina de delanteros centro, el Real Zaragoza ha adquirido en otras ocasiones atacantes por encima de esa edad, pero no como en este caso con vitola de referencia principal. Toquero, con 33 años, y Tato, con 31, resultaron dos estrepitosos fracasos sin hacer jamás la mínima sombra a Borja Iglesias ni a Borja Bastón. El 31 de agosto de 2011, Hélder Postiga, sobre la bocina del mercado, fue fichado por un millón de euros al Sporting de Portugal. El último delantero de Primera, un ariete con prestigio ya ganado y que después de un par de cursos en La Romareda fue traspasado al Valencia coincidiendo con último el descenso del equipo aragonés. Internacional con su país, venía de participar y marcar en dos Eurocopas (lo hizo también en la de 2012), con el sello de haber pertenecido a clubes como Oporto y Tottenham. El portugués tenía 29 años cuando pisó el Municipal y dejó un sabor agridulce al imprimir su selló de calidad con 9 y 14 dianas (récord anotador personal) sin poder evitar la caída al infierno que cumple nueve diabólicos años.
Ángel Rodríguez aterrizó en el Municipal con 28 años, uno menos que el luso. En Segunda División había tenido cierta relevancia en el Tenerife y en dos temporadas en el Elche, donde fe fue a los 13 y 15 goles y comenzó a ganarse notoriedad como pegador de cierto nivel. Sus experiencias en Primera con Levante y Eibar le devolvieron a las sombras cuando el Real Zaragoza apareció en escena para contratarle como agente libre y líder de una línea ofensiva en la que contó con la colaboración de Ortuño. Sus 11 tantos contribuyeron a tener el playoff de ascenso en la mano, imposibilitado por el bochorno de Palamós en la última jornada. Explotó por completo al año siguiente con nada menos que 21 dianas en un Real Zaragoza angustiado para salvarse, lo que ocurrió en el penúltimo partido en Girona con Láinez en el banquillo. Volvió a la élite, por esta vez para quedarse en el Getafe y en el Mallorca, su reciente destino.
Los mayoría grandes depredadores en una u otra categoría a lo largo de la historia zaragocista han sido captados en su más tierna formación profesional, desde orígenes humildes o a préstamo para que sumaran minutos y experiencia. Seminario, ya ilustre en Perú antes de convertirse en el único Pichichi con que cuenta el club, un Savo Milosevic ya con recorrido internacional y Joaquin Murillo El Pulpo pisaron La Romareda con 25 años. Diego Milito lo hizo con 26. El resto de los delanteros centro que tocaron el cielo en el Real Zaragoza para agigantarlo o ayudarlo a dar un impulso de calidad en Segunda, fueron reclutados más jóvenes: Marcelino (19), Diarte (19), Morientes (19), Amarilla (20), Bustillo (20) Esnáider (20), Borja Bastón (22), Luis Suárez (22), Pichi Alonso (23), Borja Iglesias (24)… Sí, son otros tiempos estos.
Ángel Rodríguez llegó en 2015 con 28 años, solo dos menos que Álvaro, con un inquietante historial de nueve goles en cuatro años. Con el Zaragoza marcó 10 en liga el primer año y 21 el segundo. ¿No es este un perfil y precedente parecido que ni se menciona en el artículo? La apuesta puede salir mal, claro, pero es similar, ¿por qué no va a poder funcionar?
Tiene usted toda la razón. El caso de Ángel se relataba de forma extensa en este artículo, pero por cuestiones que desconozco no aparece en el resultado final. Le agradezco que lo haya indicado para rehacer la información y e incluir al punta canario en ella. Muchas gracias
Me falta saber la edad de Villa cuando fichó por el real Zaragoza
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Y yo no hablaría de Toquero como «gran fracaso». Está claro que pudo aportar más pero algo hizo y esa misma temporada vino también un tal «Vinicius» que ni jugo ni mojó