El Molinón debería ser la lanzadera definitiva hacia la titularidad continuada de Iván Azón, un delantero explosivo que ha vivido la mayor parte del tiempo examinado por los prejuicios
Está en boca de todos y en el corazón de los aficionados, pero Iván Azón, dos años y des meses después de debutar con el primer equipo, no ha cerrado aún el círculo en el que entró con tan sólo 18 años en aquel partido contra el Espanyol de la mano amiga de Iván Martínez. Eran tiempos de oportunidades para voluntarios de la cantera, en una de las batallas mas cruentas por la supervivencia del club. Desde entonces ha disputado 77 partidos en los que ha sido titular en 31 ocasiones, menos de la mitad, estigmatizado por la etiqueta de jugador revulsivo que le colgó JIM y que él aceptó de buen grado como corresponde a un meritorio que sueña con vestir la camiseta del Real Zaragoza aunque sea por un segundo.
Cuestionado técnicamente, sobre todo en la finalización, y admirado por su emocionante perseverancia y supremacía física en los duelos, el ariete se elevó por encima de la incompetencia goleadora del Toro Fernández, Vuckic, Álex Alegría, Álvaro Giménez, Nano Mesa, Sabin Merino y, esta temporada, Pape Gueye. Entre esa lista de competidores que venían a dejarlo a un lado, Azón fue haciendo surco gracias a su explosividad, a su capacidad para generar tormentas ofensivas en su órbita de acción y a marcar goles de un enorme valor. Aun así, siempre ha estado examinado por los prejuicios, algunos justificados como el de su ternura puntual en los acabados y otros condicionados a una óptica desenfocada de sus considerables virtudes y a la falta de valentía de ciertos entrenadores.
Las lesiones de este curso le han impedido discutir por el puesto con asiduidad, y por la ventana de invierno, la dirección deportiva busca un 9 tras el estrepitoso fracaso con Gueye, aunque por las limitaciones económicas es muy probable que renuncie a ese objetivo que quiere acompañar con alguien de desborde arriba, mejor por los extremos. Una vez más, Azón tendrá que armarse de argumentos para conquistar un puesto fijo, aunque en esta ocasión todo indica que la hora de la puntualidad en el equipo inicial le ha llegado. Con Giuliano, que hoy se ha entrenado con el grupo después de diez días ausente por los problemas lumbares que le dejaron fuera del último encuentro, puede formar una sociedad carnívora, irreverente y exitosa por su insaciable apetito percusionista. La gente quiere ver a los chicos aporrear la batería en el escenario. Se intuye una dulce melodía de fondo.
Fran Escribá se lo encontró en la enfermería. En Villarreal le reservó por prudencia, pero tuvo que recurrir a Azón en el descanso para evitar un grave accidente en El Madrigal. El punta le respondió a los seis minutos con el gol que llenó el depósito de la remontada, un diana de un futbolista maduro, con clase, veloz, infalible para colar el balón entre las piernas de Iker. Ha dejado de ser la bomba de relojería que se colocaba en el banquillo y se activaba en el campo en los momentos más delicados. A partir de El Molinón, ante el Sporting, debería ser su hora sin ningún tipo de temporizadores.
Azón necesita solamente jugar varios partidos de titular para demostrar, definitivamente, de lo que ya ha sido capaz.
El Real Zaragoza ganando los dos partidos siguientes puede subir dos peldaños que no deben darle ni miedo ni vértigo.
El que se lo cree, lo puede conseguir.
Aunque todos sabemos los ladrillos que tenemos para hacer la casa y que grado de confort podemos esperar de ella.
Ivan Azon debe ser titular en el Molinon, porque creí que el CANTERANO se lo merece, todos los blanquillos se frotan las manos porque quiere ver a GIULANO SIMEONE e IVAN AZON como loa hombres de ataque, este dúo puede ser explosivo , porque son dos jugadores con CARÁCTER, ENTREGA y luchar que ninguno de los dos, da un balón por perdido y porque los aficionados estamos deseosos de verlo a los dos jugar juntos, veremos si se puede dar la circunstancia en Gijon