Imaginarse el futuro es cada vez más difícil. Es verdad que todo aquello que se puede pensar tarde o temprano es una realidad y llega a ser una necesidad. Que un rectángulo de plástico de un palmo determine nuestras vidas no era algo que tuviéramos previsto con los primeros móviles, a través de los cuales sólo se podía mantener una conversación hablada. ¿Y el fútbol? Cada vez es más universal pero más frágil, también lo puedes ver por el teléfono celular pero solamente lo que sus propietarios desean. Son dueños también del sonido, de la publicidad directa e indirecta que consumimos, del lugar donde pasamos el tiempo y hasta de lo que nos apetece comer y beber. El fútbol es prácticamente diario aunque los índices de audiencia sean muy bajos en la mayoría de los encuentros ofrecidos. El Real Zaragoza tiene un promedio de 300.000 seguidores y es el equipo de mayor fidelidad cada jornada gracias a sus simpatizantes en toda España y a los aficionados que les interesa por historia y empatía con el equipo aragonés. Con la inversión de grupos de riesgo internacionales parece que se va a reconstruir la Romareda porque su explotación es el objetivo económico. Si dejan de discutir los políticos como en un gallinero revuelto el proyecto deberá seguir su curso. Pero el núcleo aragonés de toma de decisiones, que sigue siendo el mismo de antes, tendrá que trabajar en planificar una plantilla de éxito a través de profesionales que no se miren el ombligo o intermediarios próximos que coloquen futbolistas de bajo nivel por intereses propios. Por cierto, Juan Forcén es consejero del Real Zaragoza SAD pero no es propietario de las acciones que las compró Antonio Martínez Martínez y le nombró apoderado. Un reconocido profesional vinculado, por otra parte, a Ibercaja y al grupo de comunicación Henneo.