El Real Zaragoza afianza la permanencia al recibir sólo tres goles en siete partidos, el equipo más seguro en este periodo después del Alavés
Para aspirar a grandes logros, un equipo ha de hallar el equilibrio entre la seguridad defensiva a nivel colectivo y un capacidad goleadora que bien puede centrarla en un artillero puntual o en el reparto múltiple de aciertos que por lo general implica a la segunda línea sin descartar a zagueros de notables virtudes tácticas. Cuando una de los dos patas falla, la inestabilidad produce una arritmia competitiva que impide alcanzar cualquier objetivo ambicioso. El Real Zaragoza ha pecado esta temporada, al igual que las dos anteriores, de su pésima planificación, sobre todo por lo que se refiere al delantero que debe servir de proa del proyecto. Las elecciones de los diferentes directores deportivos ha sido a cada cual peor, empezando por el Toro Fernández y acabando en Pape Gueye, jugadores que por su incapacidad han colaborado para que el conjunto aragonés complete un trienio luchando por la permanencia.
Sin gol y con la impetuosa irrupción de Iván Azón como único resorte ofensivo, Juan Ignacio Martínez sorteó en un par de ocasiones la tragedia. Fran Escribá, con dos puntas liderados por Giuliano pero idéntico espíritu, ha conseguido eludir una vez más el peligro convocado por la irresponsabilidad de dos propiedades tan distintas como semejantes en la incultura futbolística. Los técnicos, desarropados por las cúpulas y abandonados a la suerte de plantillas muy descompensadas, aplicaron con éxito la ley de hacerse lo más fuerte posible para no encajar. Aunque no lo parezca, contra el Granada, en el mejor encuentro del curso, se escenificó lo que es el Real Zaragoza en los últimos tiempos: falló goles como soles y dejó su portería a cero contra el equipo más certero ante la diana. Al menos en Segunda, donde las ocasiones llegan a cuentagotas y se producen más por errores que por aciertos, todo es tan simple como defender bien.
Aunque las matemáticas aún no confirman la salvación, la escuadra blanquilla podría brindar ya por su undécima temporada consecutiva en esta penosa categoría de la que será el más veterano con el descenso del Lugo. Ese punto de calma deportiva e institucional lo ha obtenido por el muro que ha levantado en las últimas siete jornadas, cuatro de ellas con su portería inmaculada, justo después de recibir siete goles ante Alavés y Málaga. En este periodo sin conocer además la derrota, le han marcado tres tantos (Huesca, Albacete y Levante), convirtiéndose en el conjunto más firme, sólo por detrás del Glorioso, a quien han perforado su portería en dos ocasiones. El 3-0 al Leganés, al igual que el mismo resultado anteriormente frente al Huesca, han sido excepciones a la regla. Con Bebé y Azón ha ganado en pegada, pero conserva ese halo innato de ingenuidad arriba. Atrás, sin embargo, Cristian, Gámez, Jair, Lluís López, Nieto, Luna y Francés, con mejores y peores momentos, han robustecido la retaguardia y el esqueleto.
La clave, como antes JIM en similar tesitura, la tiene no obstante Escribá: formar entre todos una tapia para que nadie la salte. Nada nuevo, pero un verdadero éxito si se transmite y se ejecuta desde la aceptación sindical y no con el individualismo por bandera. Bebé corrió como nunca paya ayudar a Nieto y Bermejo bajó como jamás para ayudar a Gámez, que fue al autor de un tanto estratosférico a pase con el tacón del madrileño. Luego Puche y Zapater se partieron el alma que ya se habían roto Francho, Grau, Giuliano y Azón… Sólo así el Real Zaragoza podía vencer a un rival superior y, a la vez, evitar que su divorcio con el gol le llevara a la ruina a largo plazo.
Lo que ha carecido nuestro REAL ZARAGOZA, como bien dice HERNANDEZ , en este último trienio ha sido la de un hombre gol, y eso en fútbol es fundamental y necesario, porque en fútbol si no hay gol no hay victorias ni puntos .
Y otro de los éxitos de este REAL ZARAGOZA, ha sido que llevamos siete jornadas sin perder, y gran parte de ello se debe a la buena forma de defender y convirtiéndonos en los siete últimos partidos, en el segundo equipo menos goleado con tan sólo tres goles encajado porque el mejor ha sido el ALAVES con tan sólo dos .
14 veces ha dejado la puerta a cero , nuestro REAL ZARAGOZA, en estas 35 jornadas, siendo CRISTIAN ALVAREZ, el que en 12 veces mantuvo su portal a cero, una vez RATON y otra REBOLLO.
En cuanto a los centrales 11 veces, ha jugado JAIR AMADOR dejando la portería a cero, 9 LLUIS y 8 el canterano FRANCES .
Y como entrenador nueves veces marcador a cero siendo entrenador FRAN ESCRIBA y cuatro veces el dimitido CARCEDO .