Veo desde mi asiento lo que pasa frente a mí. Como si estuviera en un palco privado de un gran estadio, de esos donde se hacen los grandes negocios, tienes una sala privada y hasta servicio antes, durante y después del partido. Jamás he ocupado ninguno de ellos ni creo que me agradase porque no formo parte de ninguna sociedad que me otorgue ese privilegio. Me gusta más trabajar, o haber trabajado, desde cabinas donde solamente había espacio para una persona hasta largos corredores separados por cortinas, pasando por una silla de anea atada al saliente de una esquina del viejo Luis Casanova.
Pero ahora es diferente porque se trata de contemplar el mundo sin prisa, analizar los diferentes movimientos y contemplar los acontecimientos. Observo lo que le está ocurriendo al FC Barcelona con el asunto Negreira que podría detener su proceso de remodelación del Camp Nou y su entorno porque los «fondos buitre» son cobardes y no arriesgan en aquello que no implique un negocio seguro. Y miro al Real Zaragoza y tengo la impresión que la reconstrucción de la Romareda puede detenerse; no por la judicialización del Plan general de Urbanismo aprobado por el gobierno municipal sino por los diferentes retrasos que significaría. Y si no se levanta un estadio nuevo con su derecho de explotación, los 75 años de titularidad de SAD con lo que ello conlleva, no habrá inversión en la plantilla. En consecuencia, de los dieciséis millones que podría disponer el club para fichar al elevarse el límite salarial, se mantendría en los diez como hasta ahora. Y la sonrisa de Sanllehí y Cordero se congelaría como el corazón del zaragocismo.
Son las cuentas de la lechera. Tan buenas como estas otras: imagina que la FIFA castiga al Barça con un descenso administrativo a 2ª por el «caso Negreira». Imagina que al Barça le acompaña el Valencia CF en su descenso a los infiernos, por méritos propios. Dónde irán a parar los planes de negocio vinculados al derecho de superficie de la new property del RZ contando con el despegue deportivo del club? Si tal cosa ocurriese, el límite salarial de 10 millones sería suficiente para construir un equipo competitivo? Estaría el RZ en condiciones de disputar al Elche, al Granada, o al Las Palmas (a expensas de las ganas con las que retorne el Dépor) la plaza restante en playoff? Una apuesta decidida por subir debería suponer la pretensión innegociable de optar a las plazas de acceso directo. No sé si la New Property, tan comedidos ellos en las limitaciones del negocio, estarían por la labor de gastar 12 millones en fichajes para jugar a la lotería de los playoff