Tres años vagando por el abismo, calcinados por confecciones deportivas bochornosas y cobardías económicas han sido borradas de un plumazo por la mayoría de los aficionados, que observan la segunda aventura de la multipropiedad y sobre todo la labor de Juan Carlos Cordero como una lluvia de maná en el desierto. El arranque del Real Zaragoza, con dos victorias consecutivas en La Romareda que la han situado compartiendo el liderato con el Tenerife sin haber encajado un solo gol, y su fútbol personalizado, fruto de una plantilla minuciosamente diseccionada para extraer lo innecesario e implantar órganos vitales para ser un conjunto competitivo, ha disparado un debate inevitable: ¿tiene mejores herramientas en sus manos Fran Escribá que Popovic, Natxo González o Víctor Fernández, los tres entrenadores que en esta etapa en Segunda lograron alcanzar la promoción de ascenso? Este tipo de comparativas siempre hay que contextualizarlas, y exigen conocer el resultado final para calibrar con la mayor exactitud posible la confrontación. Aun así, se ha extendido la opinión de que el técnico valenciano parte con ventaja frente a sus antecesores. Ilusión, esperanza, necesidad, presentimiento, seguridad y argumentos en la reflexión… El Real Zaragoza, por lo visto hasta el momento y a falta de alguna incorporación más en el mercado de verano que finaliza el 1 de septiembre, presenta un aspecto muy saludable y una musculatura de hierro si se la equipara a su raquítico y reciente pasado.
El centro del campo muestra la principal señal de robustecimiento con las especialidades de Aguado, Moya, Mesa, el estado de gracia galopante de Francho y lo que promete Valera. Bakis, Enrich y Mollejo, con el martillo de Azón, han dibujado también un delantera polifacética y afilada. El fichaje de Mouriño se antoja capital en un eje central defensivo donde Francés se ha rebelado contra su mal curso pasado con dos notables seguidos ante Villarreal B y Valladolid. En la portería está Cristian… Un Real Zaragoza sin duda potente que amenaza con presentar batalla cada jornada, a todo enemigo al margen de su tamaño. ¿Será suficiente para meterse entre los seis primeros e incluso postularse por un regreso directo a Primera en una campaña donde no se distingue con nitidez favorito alguno? La atmósfera está cargada de optimismo, de euforia. También de razones que habrá que ratificar a cada paso de un campeonato fatigoso, en no pocas ocasiones imprevisible. ¿Escribá ha despegado con el mejor equipo de los once últimos años? Eso son palabras mayores. Una revisión a los jugadores de los que dispusieron Popovic después de relevar a Víctor Muñoz, Natxo González y Víctor Fernández puede inducir a otra conclusión. El serbio se quedó a seis minutos de la gloria en la final con el Las Palmas, mientras sus dos compañeros se descabalgaron en la primera eliminatoria frente a Numancia y Elche. Para llegar a ese punto, contaron con vestuarios bastante apreciables.
Borja Bastón, Willian José, Cabrera, Diego Rico, Bono, Mario, Vallejo, Dorca, Ruiz de Galarreta, Eldin, Pedro, o Jaime Romero formaban una columna vertebral muy atractiva y compacta, debilitada, eso sí, por un fondo de armario escaso, en muchos casos lejos del nivel de los habitualmente titulares. Más de media doce de aquellos futbolistas tuvieron un futuro en destinos de alcurnia, lo que avala que aun siendo sus primeros pasos atesoraban calidad y talento. Con un poco menos de tronío, le dieron razón a su creador, Lalo Arantegui Cristian, Benito, Mikel González, Verdasca, Grippo, Eguaras, Zapater, Febas, Borja Iglesias, Toquero, Guti, Ros, Delmás, Buff o Papunashvili le dieron la razón a su mentor, Lalo Arantegui, que con ese mestizaje consiguió que, tras una primera vuelta caótica y una segunda milagrosa, el Real Zaragoza acabara tercero en la fase regular. Víctor Fernández, en su tercera etapa en el banquillo de La Romareda y tras evitar el descenso, dispuso de un nómina de profesionales con sustancia. Cristian, Vigaray, Clemente, Guti, Eguaras, Igbekeme. Luis Suárez, Soro, Dwamena –tuvo que parar por sus problemas cardíacos– y un Kagawa descorazonador que resultó ser un fiasco en su ocaso. El técnico aragonés recibió un balón de oxígeno en la ventana invernal con Puado, El Yamiq y en menor medida Dani Torres, pero la pandemia y una gestión nefasta del parón dinamitaron la opción de dar el salto definitivo. Con la perspectiva del tiempo, el pasado y el por venir, quizás aquel equipo de la 2014-2015 que se fue tejiendo sobre la marcha era el más completo, sin despreciar al de Carreras con gente a sus órdenes como Manu Herrera, Iza, Morán, Hinestroza, Ángel, Pedro, Ortuño, Diamanka…
Este, el de Escribá, parte con la ventaja de la pasión sin medida desatada en la grada, un combustible no tan visible en esas etapas próximas al éxito, y también con una mayor amplitud en la plantilla. Son dos armas que le pueden situar en el podio del reconocimiento. Siempre y cuando suba a Primera, la vara de medir más exacta e implacable en esta comparativa.
¿Qué equipo te parece más completo?
- El de Escribá (78%, 64 Votos)
- El de Víctor Fernández (12%, 10 Votos)
- El de Popovic (7%, 6 Votos)
- El de Carreras (2%, 2 Votos)
Votantes totales: 82
Foto Real Zaragoza