El Real Zaragoza ha emitido un comunicado en el que manifiesta de desafortunada e inoportuna la intervención de los partidos políticos un día antes de que el equipo juegue un encuentro dentro de una temporada en la que aspira al ascenso. El texto, sin nombrar al PSOE, está claramente dirigido a la resolución de la DPZ de no intervenir en la construcción de la nueva Romareda, que desde el club, que remarca su carácter deportivo, social y apolítico, se sigue considerando prioritaria y en el que, explica, está dispuesto a intervenir en un Convenio junto al Ayuntamiento y la DGA. Asimismo se lamenta de estar siempre en el centro de esas disputas. La entidad subraya que existe un boicot político –en concreto se centra en la izquierda– que busca el desprestigio de la nueva propiedad y de un músculo financiero fuera de toda duda, según se desprende, comenta, de sus diferentes apuestas económicas para lograr el regreso a Primera y un estado digno para los ciudadanos. Esta respuesta llega después de que Juan Antonio Sánchez Quero, presidente regional, dijera que la multipropiedad se retiró del concurso por «insolvencia económica» y que el proyecto era «una pantomima».