Un correcalles de locos

El Real Zaragoza, en un malsano estado de excitación e imprecisión, sigue incapaz de vencer en La Romareda pese a acumular ocasiones por aplastamiento y se consolida en la crisis (0-0)

No hay por dónde coger el encuentro que protagonizaron el Real Zaragoza y el Real Oviedo en La Romareda, un correcalles saturado de imprecisiones, falta de equilibrio sobre la hierba y un grado de excitación mayúsculo sobre todo por parte del conjunto aragonés, que tuvo un buen número de ocasiones pero la misma cantidad de futbolistas incapaces de materializarlas en gol. El flequillo de Francés y la puntera de Azón lo hicieron y lo celebraron con el partido a punto de expirar, pero el VAR descubrió que la peinada del defensa venía precedida de un fuera de juego del central. Francés había gozado de la mejor oportunidad en la primera parte, cuando se precipitó delante de Leo Román y colgó el balón muy por encima del larguero. El portero evitó con su cuerpo el tanto de Sergi Enrich, habilitado tras un gran pase de Borge, y sacó de la escuadra un pase de Quentin que se envenenó en el aire. Azón no acertó de cabeza y Mollejo disparó fuera a la media vuelta… Manu Vallejo, en una bella acción personal, forzó al guardameta a lucir la consistencia de su mano derecha. El Real Zaragoza, es cierto, buscó y tuvo el triunfo muy cerca, si bien su fútbol trasmitió casi siempre un estado malsano de fogosidad descontrolada y de urgencias que se reflejó en su impericia para marcar y por un buen puñado de irreflexivas carreras de velocidad sin control de balón.

El conjunto de Escribá tuvo un poco de sentido mientras presionó alto y robó. Una vez consumido ese repertorio sin premio, la ansiedad se apoderó por completo de un equipo acelerado donde cada uno, con mayor incidencia en los futbolistas más adelantados, compuso su propia versión de la peor conducción posible. El Real Oviedo venía de cinco partidos sin encajar y logró el sexto con sobresaltos, aunque con la solidez defensiva que le precedía y la ayuda de un Real Zaragoza que redujo toda su salida a las aventuras de Quentin por la izquierda. Los asturianos se emplearon en que el esférico fuera a parar a los pies de Jair, un portento en el cuerpo a cuerpo y en los duelos aéreos pero limitado al pase con denominación de despeje como único recurso para superar líneas. Valera, Azón y Mollejo cabalgaron encabritados, siempre sobrándoles un toque de más o de menos, especialmente al ariete, indeciso y lento en la toma de decisiones con los huesos triturados que se deja por el camino en su lucha sin cuartel, muy lejos de donde se le pide que sea importante de verdad.

El correcalles tuvo un momento tragicómico cuando a Rebollo se le ocurrió hacerse el simpático con un regante sobre Seoane que el centrocampista adivinó para robarle el balón y enviarlo al poste. Borja Bastón, molestado por Francés, cayó sin aprovechar el rechace de oro procedente de la madera y pidió penalti que no le fue concedido. La noche de Rebollo, cuya mejor intervención llegó al final en un lanzamiento peligroso de Paulino, hizo que La Romareda pusiese velas para que el regreso de Cristian se produzca cuanto antes. Escribá optó por ir a por todas con los cambios, con el regreso de Francho, la inclusión de Sergi Enrich como segundo punta y de Manu Vallejo como tercera y la apuesta final y pocas veces fructífera por Bermejo. El campo se partió y crujieron los ida y vuelta como en el patio de un colegio. Francés marcó aunque el autor fuera Azón y por un momento la victoria justificó la chaladura de partido, pero el defensa estaba en situación ilegal en la peinada que cazó el atacante sobre la línea. El Real Zaragoza se consolida en la crisis con un partido que jugó con los bolsillos llenos de balas que se disparó en los pies tan rápidos como inútiles.

Real Zaragoza: Rebollo; Borge, Francés, Jair, Lecoeuche; Valera (Bermejo, 84′), Aguado (Francho, 65′), Grau, Maikel Mesa (Sergi Enrich, 65′), Mollejo (Manu Vallejo, 65′); Iván Azón

Real Oviedo: Leo Román; Oier Luengo (Lucas, 46′), David Costas, Dani Calvo, Bretones; Viti, Cazorla (Camarasa, 64′), Seoane (Paulino, 75′), Colombatto, Sebas Moyano (Masca, 82′); Borja Bastón (Alemao, 64′).

Árbitros: Álvaro Moreno Aragón, Rodrigo Blázquez Sánchez, Mario Martín-Consuegra Díaz y Alejandro Ojaos Valera

03 comments on “Un correcalles de locos

  • federico , Direct link to comment

    Cada día, peor. Esto cada vez parece más a la película «El hundimiento» y la palabra se ajusta a la realidad perfectamente tanto literal como figuradamente.
    Se ha de poner coto ya a esta sangría pues puede que acabemos desangrados.

  • Leonaredo , Direct link to comment

    Como siempre, los partidos del equipo se acercan al siniestro juego de la ruleta rusa. Se empató, pero se pudo haber ganado o perdido. La estadística te dice que si se da esa premisa, y se da, el resultado promedio a largo plazo se traduce en que los números no te dan para estar arriba, por lo que en cálculo de probabilidades nos estamos aproximando a un nuevo proyecto deportivo fallido al final de temporada
    No hay jugadores, ni juego, para más, y todo depende del día, de la suerte o de la inspiración o el fallo de este o aquel. Nunca depende de un bloque con personalidad que sabe a lo que juega y es previsible.
    Muy triste todo.

  • Maño de Vilassar , Direct link to comment

    Me preocupa haber leído en algún medio local, que ha sido de los mejores partidos de la temporada y que si el equipo sigue así, apunta bien la recuperación. Sin desperdicio. Muy triste

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