Fran Escribá renueva el equipo de arriba bajo con la inclusión de diez novedades en la alineación. Tan sólo se mantiene Germán Valera del once que disputó el último encuentro de Liga en Elche. Una rotación en toda su plenitud en la que se daba por seguro a Poussin en la portería. La defensa corresponde a Lluís López y Mouriño en el eje, algo que se preveía, con los canteranos Luna en la derecha y Juan Sebastián en la izquierda. La medular se la reparten a Toni Moya, Bermejo, Valera y Vaquero, mientras que arriba saldrán Mollejo y Sergi Enrich.
La Copa, después de la suspensión del pasado día 2 a causa de los fuertes vientos, arranca hoy para el Real Zaragoza contra un rival de Tercera Federación y en una situación deportiva de rotunda crisis de resultados que tienen a Escribá sobre el alambre, a la espera de lo que depare el próximo compromiso de Liga en casa frente al Huesca. En El Clariano, un campo de hierba artificial de la localidad valenciana de Ontinyent, el conjunto aragonés se juega su pase a la siguiente ronda y elevar en muchos kilates la imagen que ofreció el pasado sábado en el Martínez Valero.
Sólo se contempla la victoria, algo que no se saborea en la competición regular desde el 5 de octubre, más de un mes, cuando se derrotó al Andorra en el Principado con un gol de Mollejo, quien también salió de inicio en aquel choque. Desde entonces se han acumulado tres derrotas, dos de ellas en casa, y tres empates y se han encajado nada menos que diez tantos, algo que ha roto con la firmeza defensiva que se había exhibido en las primeras jornadas de Liga y que le sirvió para elevarse al liderato que ha perdido de vista.
Aunque Sanllehí, director general, y Cordero, director deportivo, han escenificado su apoyo al técnico en un momento en el que las dudas se han instalado sobre el ambicioso proyecto de ascenso por una u otra vía, este estreno en el torneo del KO del que el Real Zaragoza es uno de sus grandes intérpretes históricos, la delicada posición de Escribá no soportaría un batacazo como el de hace un año contra el Diocesano. La eliminatoria, mire como se mire, es puro veneno porque ni el triunfo tendría efecto balsámico alguno sobre un estado de alarma que se pretende minimizar desde el club. Al fondo aparece el Huesca. Para el Real Zaragoza y para Escribá.
La alineación del Atzeneta