Velázquez, con ‘V’ de victoria vital

El debut del nuevo técnico, que busca una reacción inmediata a sus ideas con la baja de última hora de Azón, sólo admite el triunfo frente al Albacete para contener la crisis y tomar los tres puntos como rearme ambicioso del Real Zaragoza

Todos los entrenadores intentan rebajar al máximo el dramatismo de los partidos en el epicentro de una crisis, pero en limitadas ocasiones lo consiguen, sobre todo si, como es el caso del Real Zaragoza, tan sólo se han sumado 7 de los últimos 33 puntos. Es cierto que se debería analizar el grado de gravedad de otro mal resultado porque la competición ni siquiera ha alcanzado su ecuador, pero la cuestión es que el conjunto aragonés se mueve en un escenario muy particular, con once temporadas consecutivas a sus espaldas en Segunda y un proyecto que apuntó en verano a la diana de los seis primeros puestos. Cinco triunfos consecutivos y un récord de abonados fomentaron la euforia y desenfocaron la realidad de una plantilla bien hecha para competir aunque pendiente de los rendimientos de los fichajes para descubrir la auténtica dimensión del equipo. La mala gestión del ya destituido Fran Escribá y la pobre respuesta de las novedades tienen al Real Zaragoza en la 13º posición, muy lejos del liderato del que fue propietario de la 2ª a la 7ª jornadas, y con unos futbolistas en acentuado declive anímico cuya productividad está muy por debajo de sus capacidades.

Julio Velázquez, un impetuoso entrenador de 42 años con mucho kilometraje pese a su juventud pero aún en busca de su lugar, ha sido el elegido para revertir por completo este enredo que ha activado ya la preocupación por un derrumbamiento que amenaza con perder de vista el objetivo original y avisa del peligro de seguir en esa línea. Este sábado en el Carlos Belmonte (18.30), la victoria resulta innegociable para el Real Zaragoza por lo que supondría de ruptura con una racha muy tóxica de resultados y de colchón para reducir la tensión de la atmósfera y para continuar trabajando con algo de paz. El técnico ha dejado claro que habrá que perseguir la mejora día a día, pero quiere que el equipo dé señales en Albacete de la idea que quiere implantar: agresividad con el balón en la búsqueda del área rival, llevar el juego al campo contrario y provocar el error en lugar de esperarlo. En un principio, hay aspectos muy diferenciales con respecto a lo que proponía Escribá, quien estableció un plan más conservador. Habrá que descubrir si esta plantilla es capaz de ajustarse a ese cambio que la afila hacia un perfil más ofensivo.

Aunque el entrenador dejó en el aire que sus intenciones vayan acompañadas de novedades en la alineación de este encuentro, es más que probable que las haya, sobre todo por la baja de última hora de Azón como consecuencia de un problema muscular. Fran Gámez, Marc Aguado, Toni Moya y Manu Vallejo, que habían perdido peso por diferentes circunstancias, apuntan al once, además de Francés tras el obligado paréntesis por sus compromisos con la selección sub 21 y la ausencia de Lluis López por la roja que vio el pasado fin de semana . Mesa, reserva ante el Huesca, es otro de los que cuenta para sumarse al equipo inicial en el Carlos Belmonte, Y a Mollejo, por lo general revulsivo y que vuelve tras dos partidos de sanción,  no sería extraño verle como hombre más adelantado, por encima de un Enrich que apenas ha dejado huella en sus apariciones. Velázquez, aunque no lo haya comentado, piensa devolver la responsabilidad a la mayoría de los jugadores que fueron contratados para asumirla y mantener a aquellos que no tienen recambio de su altura en estos momentos. , mientras que Rebollo seguirá en una portería vulnerable mientras que Francho, Valera, Jair y Lecoeuche tendrían el puesto asegurado ante un rival también con muchas dudas y desligado de la victoria desde hace siete jornadas. Vencer con V de Velázquez y de vital, con v de un Real Zaragoza en teoría más valiente. Sin la artillería pesada y muy ligera de gol y un diseño ofensivo más dinámico.

Foto Real Zaragoza

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