El conjunto aragonés, si gana los dos últimos encuentros antes del parón en Lezama contra el Amorebieta y en casa ante el Levante, acabará la primera vuelta en la media de promoción de ascenso
Hace tres jornadas, el equipo salió del Carlos Belmonte sin que el miedo le cupiera en el traje. Había dejado de mirar hacia arriba y sentía en los talones las llamas del doble infierno de la clasificación y de un traumático divorcio con la victoria. Dos partidos después, con cuatro puntos de seis ante rivales de la magnitud del líder Leganés y el potentado Espanyol, blindado la portería y a lomos de la fórmula mágica de Julio Velázquez, el Real Zaragoza está en disposición de llegar al parón navideño en la media de puntos necesaria para poder aspirar a la promoción de ascenso. Lo que anima a pensar que esa hazaña es posible son los buenos resultados, pero sobre todo contra quién se han conseguido y la forma de trabajarlos, tapizada de un fútbol compacto al que, aun pendiente de gol, garantiza que está dispuesto para competir todos los partidos.
Para seguir en esa línea recta que ha marcado el nuevo entrenador con grueso rotulador táctico para imprimir una identidad y recuperar la mejor versión de sus jugadores, el conjunto aragonés no puede bajar lo más mínimo la guardia. Si además quiere cerrar la primera vuelta en una situación ideal para afrontar la segunda lo más próximo posible a un objetivo que parecía haberse difuminado, tendrá que ganar el par de encuentros que restan antes del descanso navideño. El primero se disputará el próximo domingo en Lezama frente al Amorebieta, y el segundo traerá a La Romareda al Levante el miércoles día 20. Ahora dispone de 26 puntos y si añadiese los seis que restan tendría 32, es decir la mitad de los que se necesitan en teoría, 64, para hacerse con la sexta plaza al término de la competición.
En estos momentos, el Real Zaragoza está en condiciones de hacer las cuentas de la lechera. Pero sise aventura a dar por hecho que cosechará dos triunfos sin despeinarse, traicionará todo lo que ha conseguido en apenas tres semanas, Con todo, la posibilidad se presenta y debe atacarla contra dos rivales que atraviesan muchas dificultades en la competición. El Amorebieta, en plaza de descenso, tan sólo ha logrado un triunfo en sus últimos doce compromisos, pero si se agarra a algo para soñar con la permanencia es precisamente su campo, o mejor dicho Lezama, las instalaciones de entrenamiento del Athletic. Como local no es un portento, aunque hay un detalle que constata los problemas con que se encuentran los visitantes en ese recinto. Los vascos son el segundo equipo menos goleado en su feudo en Segunda con tan sólo cinco tantos. En cinco de nueve ocasiones ante su afición ha dejado su portería a cero. No deja de ser un reto para un Real Zaragoza todavía en el taller ofensivo.
El telón se baja frente al Levante, un adversario lejos de sus objetivos que funciona mucho mejor en los desplazamientos que en el Ciudad de Valencia y que se ha desplomado como consecuencia de su acentuada irregularidad. Ha salido tocado de un duro calendario en este tramo del campeonato con derrotas ante Leganés, Racing de Santander y Eibar para imponerse al Valladolid y empatar esta jornada en El Molinón. No es un enemigo ni mucho menos de fiar. Amorebieta y Levante son los dos retos que restan para que el Real Zaragoza supere el ecuador cumpliendo con los números que necesita para cometer el segundo capítulo del torneo a medio camino del playoff. Un volver a empezar.
Espero que con el Amorebieta no ocurra lo mismo que con el Alcorcón, Huesca e incluso Mirandés, equipos de la parte baja que nos sacaron los colores.
No me quiero hacer la idea porque siempre me falla los cálculos.
Pero una cosa es evidente con JULIO VELAZQUEZ el equipo ha cambiado para bien, su cambio de táctica esta dando resultado , esos tres defensas y los dos carrillos mantienen un fortín digno, quizás el marcar más goles es lo que nos hace más falta . Pero antes LEGANES y los periquitos hemos estado muy bien , lo que hace falta el domingo es ganar en BILBAO .