Es un motivo de agrado y de satisfacción continuar con la posibilidad de colaborar en 2024 en esta columna de «Príncipes de París». Como en los viejos tiempos del periodismo escrito con la ayuda de una máquina de escribir y entregando con un sobre a la redacción del periódico tu artículo. Ahora es a través de un correo electrónico y escrito en un ordenador lo que facilita el trabajo si no te gusta lo que estás creando mientras escuchas música a través de los auriculares. Antes era con un transistor, cuyo uso ha decaído entre los más jóvenes de los cincuenta años, pero el momento de reflexión es el mismo dado que se trata de proyectar en unas líneas determinadas la interpretación que haces de la realidad. Ahora te exige la autocensura repasar varias veces lo que has escrito para comprobar si alguna de tus palabras, frases o conceptos pueden ofender a quienes lo leen. En este sentido reconozco que antes teníamos una mayor libertad incluso en la época de la censura antes de la entrada en vigor de nuestra Constitución, donde ya comencé a exponer mis ideas a través de la radio y de publicaciones locales.
Nos encontramos a la expectativa de lo que ocurra, analizando al actual Real Zaragoza, en estos días de vuelta al trabajo de la plantilla y de la entrada y salida de jugadores. Con el silencio sobre la recuperación de futbolistas como Cristian Álvarez, Lecoueche o Bakis, que iban a tener una importancia de alto nivel en la plantilla y que, especialmente por las lesiones, no han terminado de ser definitivos en el proyecto donde otros jugadores como Enrich, Toni Moya o Vallejo tampoco han brillado con luz propia. Si me apuran hasta Marc Aguado ha tenido sobresaltos en su rendimiento con motivo de sus características y las necesidades de los dos entrenadores de esta temporada que se encuentra en descanso, o Jair Amador que empezó formidable y que ha ido reduciendo su nivel de eficacia. Veremos qué ocurre con Iván Azón que parece estar listo para regresar pero cuya falta de puntería le resta calidad de cara al gol pese a su máxima entrega.
Todo está en manos de Julio Velázquez cuyos números son escasos en la clasificación pero su actitud es positiva ante la plantilla y la afición. Veremos qué aporta Juan Carlos Cordero en un mercado tan difícil y largo con el dinero que pueda contar para seguir los dictados de Jorge Mas.