El Real Zaragoza de los tres centrales se convierte en el tercer equipo que menos goles encaja desde que el nuevo técnico se hizo cargo del equipo
El Real Zaragoza añadió este lunes un nuevo ladrillo a la muralla de Julio Velázquez, infranqueable en las tres últimas jornadas para confirmar que el equipo ha hallado una identidad definitiva, una cuerpo acorazado que, sin brillo pero con una eficacia demoledora, funciona como magnífica herramienta defensiva. Frente al Sporting, como antes había hecho con el Andorra en su anterior encuentro en casa, espero pacientemente sentado ante su puerta para ver pasar el cadáver de su enemigo. En ambos casos, asistió a que el adversario tomara decisiones suicidas para saltar sobre ellos con un cuchillo entre los dientes. Apenas hay elaboración en su juego, que se concentra en una formación que se sostiene sobre los tres centrales que alineó el técnico una semana después su debut en Albacete hace nueve jornadas. En El Carlos Belmonte, donde cosechó su única derrota, descubrió la profundas lagunas ofensivas y construyó una fortificaión con dos flancos abiertos en los laterales, el derecho atendiendo a la naturaleza de Gámez y el izquierdo, entregado a la disposición de Valera y al sacrificio de Mollejo. Por ese camino, se unió a la causa Edgar Badía, pieza fundamental para sellar la crisis de los porteros con paradas memorables que hacen mucho más llevadera la ausencia de Cristian. Como Cordero no dio más de sí en el mercado de invierno sobre todo para mejorar la parcela atacante, el modelo continuará inamovible.
Antes de que Julio Velázquez relevara a Fran Escribá, el conjunto aragonés encajaba un gol por partido; ahora ha rebajado esa media a 0,66, convirtiéndose en el tercer equipo, con 22 dianas en contra, que menos recibe en el campeonato tras los 16 del Leganés y los 19 del Real Oviedo. Le han marcado Albacete (1-0), Espanyol (1-1), Amorebieta (1-1), Levante (2-2) y Eldense (1-1), mientras que Leganés (1-0), Alcorcón (0-0) y Spoting (3-0) han sido incapaces de batirle. Con media docena de tantos en contra en este tramo de la competición, sólo hay dos dos clubes que presentan mejores números: el Mirandés, que ha admitido tres, y el Elche cinco. El entrenador ha tomado decisiones y ha tenido que improvisar, pero siempre en la certeza de que un planteamiento a tumba abierta sin delanteros, ausentes por lesión o por muy bajo rendimiento, no frenaría la sangría que vino a cortar ni permitiría elevar el nivel competitivo. Lo primero que hizo fue incrustar a Mouriño entre Francés y Jair. El uruguayo, a quien se le adivinaban muy buenas formas pero mostraba un nerviosismo excesivo, ha volado por encima de sus compañeros con un vigor desbordante para hacerse con la jurisdicción física de la zona. Cuando un Jair flojo descansó por acumulación de amonestaciones, Lluís López tomó el testigo del portugués con entereza, también beneficiado por la reunión de centrales, y se ha hecho con el puesto. La baja de Gámez, solventada con Zedadka, y el fichaje de Guti para tonificar el centro del campo surtieron efecto contra el Sporting. Por desgracia, la grave lesión del canterano, que será operado de rotura de rótula y se perderá la temporada, pondrá a prueba a Velázquez una vez más para evitar fisuras en la medular y en el sistema.
No hay otro camino que este. Aunque se convirtieron tres goles ante el Sporting que endulzan el reducido paladar realizador, fruto de graves errores de los asturianos muy bien aprovechados por la picardía de Mollejo como coautor del primero, Mesa y Francho, será complicado que el Real Zaragoza halle en sus puntas la respuesta a una reacción continuada y convincente. La fe se ha depositado en Bakis porque ni Azón ni Enrich parece que vayan a aportar mucho este curso, pero el turco no deja de ser una incógnita. El conjunto aragonés ha logrado 11 goles con Velázquez, cinco de Mesa, dos de Francho, uno de Mollejo, uno de Manu Vallejo, otro de Fran Gámez y el de Izquierdoz este lunes en propia meta. La mayoría como consecuencia de esporádicas aventuras, muchas lideradas por Francho, tras un blindaje que le hace sentirse seguro y en manos de un portero, Edgar Badía, que interviene poco y cuando lo hace desata la admiración y suma puntos. Lejos aún del paraíso de la promoción, el Real Zaragoza se ha transformado en un equipo absolutamente reconocible guste o no, aburra a las ovejas o las degüelle, paso imprescindible para ser alguien respetado en un torneo sin grandes personalidades.
Goles encajados en las últimas nueve jornadas
Mirandés 3
Elche 5
Real Zaragoza 6
Valladolid 7
Alcorcón 7
Burgos 8
Tenerife 8
Huesca 8
Leganés 9
Eibar 9
Sporting 9
Oviedo 10
Cartagena 10
Andorra 11
Espanyol 12
Levante 12
Racing 12
Amorebieta 13
Racing Ferrol 13
Eldense 14
Albacete 15
Villarreal B 15
Descomunal el trabajo físico del equipo anoche. Irreprochable la actitud de todos los jugadores. Por eso se obtuvo el premio de la victoria. Acorazado, si, para no encajar. Queda resolver la grave carencia en la creación de juego atacante.
Eibar será la revalida
Totalmente de acuerdo en la carencia de juego atacante, mi ánimo y reconocimiento a Guti, uno de los nuestros, las lágrimas que ayer derramaste son lágrimas de zaragocista por los 4 costados, con tu presencia en el campo vimos 3 pasos seguidos y transmisión a los compañeros de garra, carácter y fuerza en los duelos individuales.
Tenemos 3 puntos más con el objetivo de los 50, los nuestros sobresalientes, Francés imperial, Francho batallador incansable el día del Andorra presiono arriba contradiciendo al entrenador y logramos el primer gol, ayer propicia el error del segundo gol, nos estaban bailando Julillo, presionando arriba y el tercero es de fe y voluntad una vez más llevando la contraria al entrenador, Azón luchador en beneficio del equipo, y Julillo el del Staff reseñando a Enrich en la rueda de prensa, por cierto Julillo sigues sin alterar jerarquía de vestuario como señalan tus cambios, indicas resultado corto y te olvidas de las paradas brillantes de nuestro portero Edgar Badia, como dice el compi reválida en Eibar.
Eso, objetivo los 50 puntos.