Robert Anson Heinlein fue un escritor norteamericano del siglo XX reconocido y premiado por sus obras de ciencia ficción con una segunda lectura realista y comparativa con el tiempo en que vivió. Hace muchos años leí «La luna es una cruel amante» y desde entonces la tengo cerca de mi junto a «1984» de George Orwell y «Un mundo feliz» de Aldous Huxley. Y, por supuesto, de «El arte de la guerra» de Sun Tzu, concebida en el siglo V antes de Cristo. Volviendo a Heinlein, me quedo con un párrafo de la novela citada al comienzo de este artículo: «Yo soy libre al margen de las normas que me rodean. Si las encuentro soportables, las soporto; si me parecen detestables, las quebranto. Soy libre porque sé que soy moralmente responsable de todo lo que hago».
¿Qué ocurre con el periodismo actual? Con muchos más medios y posibilidades tecnológicas que antes la sociedad está desinformada y tiene que elegir sus tendencias para saborear especialmente las críticas cuando las cosas no funcionan. El silencio provoca a los aficionados al Real Zaragoza, y ya entro en harina, a explotar en las redes sociales y es cuando se determina qué se debe publicar según la tendencia anónima y lo que el medio te indica por sus vinculaciones con el club. ¿Que hay que criticar al entrenador para provocar su cese? Se hace. ¿Que se quieren calmar las aguas revueltas? Se habla de la construcción del estadio. ¿No se consiguen victorias? Se censuran las actuaciones arbitrales y del VAR para dirigir la cólera a los descendientes de Enríquez Negreira.
Eso sí, no se dice nada de por qué se lesionan con tanta frecuencia los jugadores, del ninguneo de los miembros del filial que son convocados para no jugar o de qué ha pasado con el límite salarial para no utilizarlo en el mercado de invierno. Raúl Sanllehí calla, Juan Carlos Cordero se mantiene distante y el entrenador suelta parrafadas de cuatro minutos en sus ruedas de prensa o se inventa contestaciones como «no atacamos pero hicimos mucho ruido arriba» o «hemos roto con este empate la tendencia negativa de las dos últimas derrotas».
Lo de la prensa / radio en los últimos 10 años, o puede que alguno más, es para analizar. También es verdad que parece que tenemos lo que la actual sociedad demanda. Menos información y más propaganda y publireportajes