El Real Zaragoza recibe al Manchester City

Víctor Fernández activa todos los motores anímicos, incluida una extrema magnificación del Elche, para extraer del corazón de sus jugadores una victoria que traiga paz

Mejoró en sensaciones el Real Zaragoza en el Ciutat de Valencia y sólo un castañazo de Dela evitó que el conjunto aragonés lograra al menos el empate. Pero no existe una clasificación para la buena imagen y sí para quienes pisan el área rival con un bazoka o un pistola de agua. En esa liga que premia la puntería y el volumen ofensivo bien gestionado, ocupa muy mal lugar este equipo que con Víctor Fernández ha estirado el cuello sin perder aún el caparazón de tortuga que arrastra en ataque. El entrenador, en la misión de traer algo de paz a la misión de sellar la permanencia cuanto antes, aprovechó la rueda de prensa para repetir con otras palabras que donde no llega el talento tiene que alcanzar el corazón. En otras ocasiones ha solicitado que se «apriete el culo», que quiere profesionales que den «un 10 de 10″… Esta vez elevó al máximo su tono de exigencia consciente de que tiene lo justo para ganar partidos por la vía del ingenio. No se dejó una petición en el tintero para asaltar al Elche. «No me sirven los medio jugadores, sino los que defienden y atacan»; «el único camino es el trabajo colectivo»; «ya no vale sólo el fútbol, sino que importa aún más el corazón». Así dicurrió un discurso que, en realidad, busca condensar en su poder de seducción el triunfo que han de firmar sus futbolistas para no continuar mirando de reojo a todas partes.

Víctor empezó hablando del Elche y por la sala desfilaron las siluetas de Rodri, Haaland, De Bruyne, Bernardo Silva, Fodeny, Grealish… La escuadra de Sebastián Beccacece, que se presenta con tres derrotas consecutivas que le han exiliado del ascenso directo, tiene un potencial considerable, pero el entrenador del Real Zaragoza magnificó a su adversario hasta un extremo que, se supone, persigue la activación de todos los motores anímicos tanto en el césped como en la grada. «Es un equipo exuberante en lo físico, poderoso, el que más registros técnicos y tácticos tiene, el más divertido de ver, pueden aplastarte por fútbol. Además cuentan con un gran entrenador». Se animó tanto en su charla motivadora que subió este partido de categoría. «Dominando las dos áreas es como se ganan los partidos en Primera». El entrenador, sin embargo, considera que existe equilibrio «si nos empleamos al cien por cien en el plano colectivo», sobre todo porque a estas alturas del campeonato, según su criterio, «el que más quiere es el que más posibilidades tiene de ganar». Contra el Levante, casi todas las individualidades elevaron su rendimiento habitual y el grupo tuvo personalidad. Ahora le falta lo de siempre, traducir ese paso hacia delante en tres puntos. Primero en goles, claro.

De los nueve primeros, el Elche sólo se ha impuesto al líder Leganés y fuera de casa no es una potencia goleadora. El vigente campeón de Europa, por lo tanto, no parece. El problema se focaliza en que en La Romareda diez equipos, la mayoría muy modestos salvo el Eibar y el Espanyol, han hecho caja (siete derrotas y tres empates), lo que establece una duda razonable sobre la posibilidad de que los ilicitanos no necesiten armamento galáctico para llevarse algo. Víctor ha buceado en las vísceras asegurando que su equipo «está en el camino correcto», una apreciación que hay que ratificar con resultados. En el regreso a las citaciones de Cristian Álvarez, baja desde octubre y que deja fuera de la lista a Rebollo, el Real Zaragoza volverá a repetir alineación, aunque seguramente con el regreso de Azón a la punta y la falsa caída de Mesa a la izquierda, como sucedió en el triunfo ante el Tenerife. Bakis seguirá cogiendo la forma a la espera de que firme su primer tano y, de esta forma, justificar una apuesta que sólo tiene sentido en un equipo con semejantes carencias ofensivas. El capricho de Mouriño como lateral será el otro experimento, mientras que se confía en que la medular, donde Aguado, Moya y Valera dejaron huella profunda en Valencia, mantengan la estabilidad. Jair, Francés y Lecoeuche formaran el resto del escudo de Edgar Badía, quien se enfrenta al club que tiene sus derechos, una situación anecdótica por mucho que se quiera presentar como motivo de morbo. La auténtica perturbación sería salir del estadio de vacío. Porque entonces la visita a Huesca de la próxima semana  sería a Maracaná.