Mi capacidad de sorpresa está absolutamente rebasada y también, como he dicho en otras ocasiones, se ha agotado mi fe en todos los aspectos. Será por el cambio climático, por la vacuna anti-covid o por la mayor actividad de asteroides en la proximidad de la tierra. El otro día leí que a punto estuvo uno de ellos de impactar en nuestro planeta y aquí abajo agrediéndonos los más cercanos y los que poseen la capacidad destructiva para hacer estallar nuestro empobrecido presente. Me da lo mismo que sea en aspectos de utilización de inmigrantes ilegales por parte de algunos, esposas y novios de políticos, la novedad de lo transgénero y la incultura que nos devora porque la información que recibimos es interesada y provocadora.
No sé lo que es un estadio modular, de qué manera van a solucionar el problema de la aluminosis que dejó hace ya varios años en ruinas a la gerencia de urbanismo construida al lado de la Romareda, si se va a proceder a un mercadillo con venta de restos del estadio municipal o, como pedí públicamente, que no se destruyan las cuatro torres de la Romareda y dejen una como símbolo, cercana al nuevo estadio para la contemplación del elemento de un escenario donde se han desarrollado acontecimientos llenos de entusiasmo, fervor y desgracia. Tampoco puedo adivinar, ni yo ni nadie, si el Real Zaragoza terminará salvándose en la última jornada, tres antes o si caerá en el horror del descenso.
En el Alcoraz se ponen en juego tres puntos, como en cada partido. El objetivo no es ganar para disfrutar de la derrota del vecino, que ya te venció en la Romareda, sino en ser capaces de jugar con intensidad, inteligencia y amor propio para hacer más amplia la diferencia con los cuatro últimos y tranquilizar a una afición maltratada.
Apreciado Paco, yo soy de los que piensan que más tiene que ver con la alimentación, algo ingerimos que cada día somos más borregos condimentado con medios de comunicación siempre en sintonía con el poder que ha llevado a nuestro Real Zaragoza a la nada, lo vuelvo a repetir los viejos leones rampantes estamos HARTOS.