Un equipo nuevo para un Real Zaragoza nuevo

Apenas Cristian y los canteranos, muy bien arropados, tienen plaza firme en la plantilla de un  proyecto que aspire al ascenso

Finalizada la temporada de responsabilidades que no la competitiva, con la permanencia conseguida y dos partidos casi amistosos por delante, el de hoy en Mallorca y el del Leganés para finalizar la temporada, solo queda por saber qué van a aportar los nuevos propietarios o inversores al club aragonés. Todo está pendiente de conocer el auténtico perfil del cambio que se producirá, si será un desembarco con todas las de la ley para impulsar la institución hacia un proyecto de ascenso o la aportación de un capital importante pero no lo suficiente como para asumir el control absoluto de las gestiones administrativas y deportivas. Para creer en ese nuevo mundo es imprescindible, lo primero, que de la SAD salga el consejo de administración al completo, sin concesión alguna a los viejos vicios y personajes que han obstruido cualquier avance con un gobierno mojigato y centrado en reducir la deuda a costa de ir desprendiéndose de sus jugadores más destacados hasta dejar el vestuario en manos de cedidos, juveniles y apuestas a ciegas de las direcciones deportivas. La inyección de dinero a gran escala será capital para presentar un futuro al menos esperanzador. Ese es el primer punto, imprescindible como se comprueba cada año en los nombres de la mayoría de lo equipos que suben de forma directa a Primera: si no son los más fuertes, si parten con músculo financiero.

Juan Ignacio Martínez y la plantilla se han ganado el cariño y el respeto por cómo han conseguido salvar a la institución de un tesitura dramática, un trabajo centrado en promover la autoestima del grupo y de releer la realidad de un equipo que solo podía evitar el descenso como lo ha hecho, multiplicando el talento colectivo ante la ausencia de calidad individual y defenderse como gato panza arriba. Venga quien venga o siga quien siga, JIM merece cumplir su contrato y sería lo más razonable con otros futbolistas que le permitan asumir el protagonismo en los partidos. Se le ha tachado de conservador pero al margen de que le atraiga más o menos ese estilo, es un profesional adaptable de diferentes escenarios porque posee una considerable capacidad para reunir y unir voluntades en un mundo tan mudable. Aun así, tendrá que esperar para conocer si se cuenta con él porque nadie tiene asegurado nada en este tiempo de esperas.

Para ese Real Zaragoza en teoría nuevo es necesario un equipo nuevo, muy nuevo teniendo en cuenta que los cedidos regresarán a sus clubes nodriza y de que hay que aceptar que el grueso de la plantilla da de sí lo justo, en absoluto para sumir retos ambiciosos.

La portería
Cristian ha sido el futbolista más determinante en las últimas cuatro temporadas, con un papel mesiánico en la última sobre todo en el tramo más importante. Todavía tiene cuerda, si bien es cierto que aunque siga como actor principal en la portería, necesita cuanto antes un segundo capaz de ser cabeza de cartel si el argentino falla o rebaja sus prestaciones. Vivir y jugar pendiente al cien por cien de un solo guardameta ha funcionado, pero se coquetea con el suicidio en el caso de aspirar a estar entre los mejores.

La defensa
Tejero y Peybernes regresan a sus equipos de procedencia. Un buen lateral y un central de puntual presencia aérea. Esta línea, prioritaria como se ha comprobado para cualquier empresa de enjundia, necesita una atención especial. Vigaray, limitado por su tendencia a las lesiones, no asegura continuidad y cuando reaparece necesita un tiempo para retomar el ritmo. En el otro lateral, Nieto y Chavarría son jugadores correctos para equipos que no quieran hacer demasiado ruido, y en el centro de la zaga, Jair rinde bien pero le falta un punto de concentración en no pocas ocasiones, mientras que Atienza es una pieza de imposible ubicación en cualquier tablero ganador. Quedaría Francés, el único que puede encajar en una retaguardia de nivel. Sin olvidar, y esto es importante, que es un jugador en proyección y que necesita estar rodeado de un tejido protector mucho más seguro.

Centro del campo
Sanabria volverá al Atlético sin haber dejado mucha huella aunque tenga pinta de futbolista muy aprovechable y Zanimacchia regresará a la Juve sin haber dicho apenas algo. Esta parcela necesita una remodelación a lo grande. Zapater la ha dado grosor desde su inteligencia táctica y un esfuerzo ingente, pero no es inmortal pese a que lo parezca en ocasiones. Igbekeme, Adrián, Javi Ros están sometidos a una fragilidad física excesiva, sin garantías de continuidad alguna, mientras que Eguaras ha tocado fondo para competir a la velocidad que exige el fútbol profesional. Larrazabal ha sido un satélite sin rumbo y Bermejo deja un poso de pequeño genio que pocos deseos grandes puede otorgar. De nuevo la cantera. Francho es el más distinguido, y tiene el don suficiente para encajar en una plantilla de altos vuelos. Como ocurre con Francés, exige compañía aun con la personalidad que derrocha porque sigue en proceso de crecimiento.

La delantera
Aquí el tema es muy serio. Consumados los estrepitosos fracasos del Toro y Alegría, cedidos que no seguirán, y que Vuckic, el único punta en propiedad que juega en tierra de nadie y sin gol, la gran esperanza es Iván Azón, un chico con unas cualidades extraordinarias pero todavía con mucho trabajo de tecnificación por delante. El Real Zaragoza, que verá irse a Narváez hacia un equipo de Primera, necesita un par de delanteros hechos o con futuro que se conjugue en presente, sin margen para otro fracaso como el de esta campaña.

02 comments on “Un equipo nuevo para un Real Zaragoza nuevo

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    Estoy de acuerdo en parte. Este equipo con JIM tuvo números de ascenso así que, si se mantiene la base no necesita una reforma tan profunda. En defensa vuelven Clemente, Lasure y yo contaría con Borge. Sólo nos haría falta un buen central. En el centro del campo sí que habría que cambiar casi todo. Me quedo con Francho, Zapater y Chavarría como reserva pero hayan 6 falta 5 fichajes. En la delantera, nos liberamos de los toros con alegría. Haría falta un fichaje y dos si se va Narváez. Pero ya tenemos el delantero que tiene que ser referencia para el ascenso: Azón

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