Reunirse con personas más inteligentes que tú favorecen el éxito en las empresas que pongas en marcha. La confianza obliga a trabajar más y mejor en competencia con los miembros del grupo. Y como se exigen resultados no hay tiempo de luchas intestinas sino de conseguir resultados que lleven al éxito. Napoleón Bonaparte expresó con rotundidad que «Si construyes un ejército de cien leones y su líder es un perro, los leones morirán como un perro; pero si armas un ejército de cien perros y su líder es un león, todos los perros lucharán como leones». Eso no significa, y nos daremos cuenta si volvemos a leer la cita, que se consiga la victoria, sino que se combatirá hasta el final.
Lo he dicho en varias ocasiones y ahora me da la impresión que se observa con claridad después del fracaso del Real Zaragoza esta temporada. No existe un claro, conocido y respetado adalid de la empresa con un equipo de trabajo eficaz y responsable. Solamente diferentes «encargados» en cada una de las divisiones de la propiedad. Alguien que es el CEO del club y regala medidas de la virgen a los dirigentes que visitan la Romareda, un director deportivo que llegó a golpe de talonario y que es tan «querido» o más que su inmediato superior por el fiasco de la plantilla y un entrenador cuya emotiva expresión no ha podido hacer más para mejorar los números de Escribá o Velázquez.
El resto son abogados para cumplir los trámites de la Liga, agentes para mover sus técnicos y futbolistas, gente de aquí para mantener la calma de los medios, además de quien fue capaz de unir a Jorge Mas y el resto de los inversores con la cúpula política, la banca y la construcción para llegar al histórico acuerdo del estadio donde igual se disputa algún partido del Mundial de 2030. A cuatro jornadas para terminar la liga no se sabe si el equipo mantendrá la categoría, si Víctor será el máximo responsable deportivo, a cuántos futbolistas se tendrá que traspasar por los ocho mil abonos perdidos y el valor económico de los carnés que entrarán en vigor en pocas semanas, o quién será el gerente de la sociedad mixta de la nueva Romareda. Quizás los oligarcas no hayan dado la talla en un proyecto como éste.
Desde que está la nueva propiedad del Zaragoza, saber quién va al volante, desde luego, para mí, es un misterio. Supongo que estoy mayor y no entiendo estos nuevos tiempos.