La energía y verticalidad de Azón, Liso, Pau Sans y Marc Aguado edifica un equipo dominante en la primera mitad con gol de Luna incluido y se funde con los cambios y la desidia de Bakis (0-1)
La criatura que será el Real Zaragoza de la próxima temporada apenas asoma la cabeza, sin rasgos suficientes para descubrir lo más mínimo de su rostro. Como en Calahorra, ganó en Tarazona, pero en esta ocasión ante un rival de superior categoría y costuras que el riojano, mostró un perfil más plano. La falta miga a la espera de que a los siete fichajes ya cerrados le pongan corteza con otras tantas contrataciones que eleven su, por ahora, inconcreto nivel competitivo. La luz sólo le dio para la primera mitad, con un equipo que, sin poder contar con Bazdar, Gori ni Nieto, se alimentó de la superpoblación de futbolistas de la casa, sobrados de compromiso, energía y verticalidad en los pies de Azón, Liso y Pau Sans y gobernado en el pase interior por Marc Aguado y sus rupturas de líneas y un Toni Moya muy participativo. Con cierta homogeneidad con el balón y la firmeza de Barrachina y Lluís López, el único central con futuro ahora en la plantilla, llegó el gol de Luna a pase de Pau Sans y se sucedieron las ocasiones sin excesiva precisión o con la mano salvadora de Yoel.
La velocidad de Azón puso en muchos aprietos al Tarazona en ese arranque emprendedor. El atacante esta vez no vio puerta porque se lo impidió el guardameta y en un par de ocasiones una mezcla de ansiedad y mal contacto con la pelota, su todavía asignatura pendiente. Aun así, a estas horas y con todas sus virtudes y defectos asoma como delantero titular impulsado por su tenacidad. Sergi Enrich le acompañó sin hacer ruido, y la entrada de Soberón, quien tuvo su oportunidad sin acertar en el disparo, volvió a enseñar un futbolista espabilado en los desmarques. También estuvo Bakis, para quien tuviera la fortuna de verlo por el campo. El turco ha perdido el tren del préstamo y los minutos que le concedió Víctor Fernández los tiró a la basura con una desidia inaceptable. Brazos caídos, pérdidas no forzadas y una tarjeta amarilla porque me da la gana… Colocarle en otro equipo será una misión ingente para Juan Carlos Cordero.
La ligereza de Pau Sans,otro a quien Joel le negó la felicidad a bocajarro, y el empeño y las vigorosas piernas de Adrián Liso le dieron al fútbol del Real Zaragoza alegría y chispa al juego. Entre ambos y Azón a trompicones le dieron el tanto a Luna, quien sólo tuvo que empujar el esférico en el minuto 4. El Tarazona buscó la altura de Cubillas y el criterio de Mena para hallar cierto equilibrio, y el segundo estuvo a punto de sorprender a un Femenías muy despierto en su palo para despejar la picardía directa del centrocampista. Gnali fue otras de las herramientas utilizadas por Barrero. El francés, un lateral izquierdo hiperactivo y profundo, fue de largo el mejor futbolista sobre el césped, bastante más que un Tasende esta vez más tímido que en La Planilla. Tampoco Calero estiró mucho más su banda en una segunda parte que sin Aguado perdió batuta. La ruleta de cambios redujo el ritmo y animó al Tarazona, pero no le dio para invadir el área con suficiente peligro. El Real Zaragoza repitió victoria sin partida de nacimiento.
SD Tarazona, 0: Yoel (Fuoli, m.46), Camus, Trilles (Juan Rodríguez, m,46), Vadik, Gnali (Buyla, m.81); Mencía (Miguel Serrano, m.75), Borja Romero (Santi Sola, m.83), Mena; Areso (Dani Herrera, m.81), Javi Martín (Álex García, m.64), Cubillas(Jorge Guillermo, m.64)
Real Zaragoza, 1: Femenías (Poussin, 46); Marcos Luna (Calero, m. 46), Lluís López (Sabater, m.71), Barrachina (Jair Amador, m.46), Tasende (Boaz Hallebeek, m.71); Marc Aguado (Grau, m.46), Toni Moya (Lucas Terrer, m.71); Pau Sans (Bermejo, m.46), Adrián Liso (Sabin Merino, m.71), Sergi Enrich (Soberón, m.46), Iván Azón (Bakis, m.46). En la segunda parte el once fue:
Gol: 0-1, m.4: Marcos Luna
Árbitro: Armando Ramo Andrés. Amarilla para Mena (m.73) en el Tarazona y para Bakis en el 83.
Foto Real Zaragoza