El equipo aragonés destripa al Cádiz en la primera mitad con fútbol, una lluvia de ocasiones y dos goles de Soberón para rematar en la segunda un triunfo tajante con dianas de Aketxe y Luna (0-4)
De sorpresa, nada de nada. El Real Zaragoza abrió en canal al Cádiz en una primera parte de equipo grande, imponiendo un compás ganador con una pasión abrumadora y un fútbol solvente y atrevido. Se esperaba el estreno con cierto respeto frete a un rival con plantilla de Primera pero superado desde el primer minuto por semejante tsunami. La decisión de Víctor Fernández de dejar a Toni Moya en el banquillo forjó una sociedad clave en el centro del campo, donde Aguado y Keidi Bare rozaron la excelencia cada uno en su papel. También le dio la alternativa a Vital en lugar de Jair, y el ex del Estoril cumplió muy por encima de quien sólo lleva dos entrenamientos. Ajustados esos futbolistas en sus mecanismos, Soberón confirmó su idilio con el verano con dos goles que dieron matarile al Cádiz en ese primer capítulo.
Las carreras de Liso encendieron la mecha y pusieron varios años más en el carnet de identidad de Fali, incapaz a su edad de frenar al bólido aragonés. El extremo puso la primera piedra, pero Soberón fue el gran arquitecto de una victoria tajante, ideal para iniciar un proyecto que aún sigue pendiente de seis fichajes más y de soportar los sustos que traerá la categoría. Pendiente de futbolistas y de madurez, en el Nuevo Mirandilla salió con el cuchillo de carnicero y una enorme personalidad para arrugar al Cádiz, que sufrió una tormenta de ocasiones después de que Soberón cogiera a Caro fuera de sitio con un lanzamiento lejano. El tanto animó a Bazdar, titular en detrimento de Azón y muy activo por fin, con dos oportunidades que el serbio estampó contra Caro para que después el omnipresente Soberón exigiera a Fali un esfuerzo para evitar una nueva diana.
El conjunto de Paco López resistía el asedio y se sacaba de encima los balazos sin capacidad alguna para hacerse con el juego, el balón y el partido. Con espacios para la estampida, el Real Zaragoza llevó al Cádiz, que se había salvado del segundo con un pie de Caro ante otro tiro de Liso, de la enfermería a la morgue con una asistencia de Calero para Soberón que el ariete embocó bajo el larguero. Aquello era por momentos una sinfonía interpretada por pistoleros profesionales. El técnico del conjunto andaluz intentó despojar de la mortaja a sus jugadores con cambios en el descanso que fueron gaseosa, sin dejar apenas un rasguño en la camiseta tomate.
Bare y Aguado continuaron pilotando el encuentro con pausa y furia una vez que Calero y Tasende habían desfigurado por completo a Rubén Sobrino e Iván Alejo, lo que cortocircuitó al Cádiz por fuera porque por dentro Chris Ramos y Roger no lograban desprenderse de las esposas que les pusieron Lluís López y Vital. Hubo un instante de incertidumbre, de suspense cuando Femenías se lesionó y tuvo que entrar Poussin, pero el francés se lució con un disparo travieso de Iza y pasó la noche muy seguro de sí mismo. El 0-2 no corría peligro por mucho que el Cádiz se empeñaba en achuchar como un principiante pese al liderazgo de Rubén Alcaraz y el barroquismo de Brian Ocampo, con lo que su público pasó a ser su peor enemigo y creó la atmósfera ideal para la estocada.
La suerte de los cambios en una segunda mitad más conservadora y conducida con oficio puso en el césped a Jair, Aketxe, Azón y Luna… El vizcaíno marcó con la derecha el tercero y el lateral zaragozano terminó la faena con el cuarto para sellar un triunfo de tronío que difícilmente le impedirá cerrar la jornada como líder. Esto no ha hecho más que empezar y el ascenso que unos nombran y otros aparcan está a años luz, pero empezar con un 0-4 cosiendo y cantando contra un recién descendido hace que el Real Zaragoza y su afición afronten el provenir con más brillo en los ojos.
0 – Cádiz: Caro, Carcelén, Fali, Chust (Glauder, m.46), Matos (Zaldúa, m.46), Diakité (Alcaraz, m.46), Álex Fernández, Alejo (Ocampo, m.59), Sobrino (Etta, m.88), Roger y Ramos.
4 – Zaragoza: Femenías (Poussin, m.56), Calero, Vital (Jair, m.63), López, Tasende, Keidi Bare, Aguado, Bermejo (Luna, m.81), Liso, Soberón (Aketxe, m.64) y Bazdar (Azón m.81).
Árbitro: Arcediano Monescillo (comité castellano-manchego). Amonestó con cartulina amarilla a los locales Sobrino, Fali y Ocampo y a los visitantes Vital y Bermejo.
Goles: 0-1, M. 13: Soberón. 0-2, M. 42: Soberón. 0-3, M. 84: Aketxe. 0-4, M. 91: Luna.
Incidencias: Partido de la primera jornada del Campeonato Nacional de Liga de Segunda División, disputado en el estadio Nuevo Mirandilla ante tres cuartos de entrada.
Así, si. Extraordinaria primera parte la que hemos presenciado hoy. Se ha rayado la perfección.
Es solo el primer partido y queda un mundo. Pero hoy he disfrutado como no lo hacía desde hace once años.
Que el espejismo no nos nuble la vista. Y cierto, la primera parte, excelente. Pero que no nos nuble la visión.
Todo muy bien.
Faltan 48 puntos para los 51.
No hay que pensar en más. Y, si no, el recuerdo de la temporada pasada ha de estar aún fresco.
Vi a un equipo muy centrado y muy bien engranado.
Lo dijo Víctor, «sabemos cómo tenemos que jugar». No falló y esa seguridad se transmitió en toda cadena de juego.
Si le dan mimbres haremos una buena cesta para llenarla de los puntos necesarios para el ansiado ascenso. Si la directiva no cumple Víctor no se callará. No conviene.
Este año, por fin, voy camino de ser optimista.