El Real Zaragoza busca en Burgos y sin Keidi Bare blindar el liderato con su mayor distancia sobre el segundo clasificado y confirmar su jerarquía sobre potencias de la categoría que ya empiezan a asomar
El Real Zaragoza ya ha sido líder de Segunda en tres de las cuatro jornadas anteriores, y en la quinta se le ofrece la oportunidad de conservar ese reino recién nacido con la mayor distancia hasta el momento sobre el segundo clasificado. Si sale con los tres puntos de El Plantío (18-30), sumaría 13, y se distanciaría a dos de Levante, Racing y Éibar, sus más inmediatos perseguidores tras imponerse en la jornada de sábado a Eldense (3-1), Sporting (1-0) y Tenerife (1-0). Después de las primeras escaramuzas, la guerra empieza a hacer visibles, todavía con la consecuente provisionalidad, a algunas de las que pueden ser las grandes potencias de la categoría, y el equipo de Víctor Fernández dispone de una oportunidad preciosa de aumentar su jurisdicción sobre ellas. En Burgos luchará por un diamante en la corona, un triunfo que añadiría a los de Cádiz, Cartagena y Elche y que junto al empate en Miranda le permitiría enviar otro mensaje de autoridad.
El objetivo principal está claro y el premio merece la pena alcanzarlo. No obstante, incluso la igualada en este desplazamiento le valdría para seguir en la cabeza de un pelotón que entonces sería de cuatro. Que quiera ganar no hará, sin embargo, que se reduzcan las dificultades en este cuarto partido como visitante de un estadio y un rival muy complicados. No quiere decir que los anteriores carecieran de espinas, pero el conjunto de Jon Pérez Bolo posee un espíritu machacón y pétreo, sobre todo ante su afición. El Real Zaragoza pasa en El Plantío otra prueba de sus fortalezas, las principales la perseverancia y un fútbol que evita las aduanas cuando se activa tras robo medio o alto. Tendrá que buscar en su hasta ahora rico fondo de armario la solución al gran problema que le supone la pérdida de Keidi Bare, con una rotura muscular que obliga a hallar un heredero del albanés durante al menos mes y medio. No hay dos Keidi Bare, dijo Víctor Fernández para dar dimensión a la ausencia de carácter aglutinador del centrocampista, pero es en estas circunstancias cuando una plantilla demuestra si está construida para escalar laderas o grandes montañas.
En la cola de los herederos a ese puesto, donde se echa en falta al mediocentro nonato del mercado de verano, aparecen Francho Serrano y Toni Moya, dos jugadores muy distintos. El técnico tendrá que elegir entre el vigor del canterano o la mayor pausa del emeritense para acompañar en la sala de operaciones a Marc Aguado. Podría ocurrir que el entrenador esbozara otro dibujo para concluir a los tres, pero no es Víctor amigo de sacrificar su sistema y menos cuando le está dando frutos. En principio, lo lógico en un escenario como el de este domingo es que se imponga la naturaleza combativa y tenaz de Francho, pero la duda entre dos futbolistas que se estrenarían como titulares este curso no se despejará hasta que se hagan oficiales las alineaciones. Lo más probable es que también se estrene de inicio Adu Ares en el once en un lugar de un Bermejo insípido a quien el entrenador ha dado tanta cancha mientras el vizcaíno se ponía a punto. Con él y Liso, el Real Zaragoza debería contar por fin con dos extremos, una doble figura olvidada que se remonta a la noche de los tiempos.
El resto del equipo está pendiente de un tercer cambio que, por lo que insinuó Víctor, no se producirá. El regreso de Bazdar de sus obligaciones con la sub 21 de Serbia iba a devolverle al equipo, pero la tardanza en su reintegración al grupo a causa de un viaje de vuelta que incluyó además el matrimonio del delantero, hará que continúe en punta Alberto Marí, al lado de un Mario Soberón que marca a pares. El ex del Eldense, con una corta experiencia en el profesionalismo a su 27 años, venía de atacante de compañía y se ha calzado el cañón en su bota. El conjunto aragonés intentará que la inercia positiva pero sobre todo una toma de conciencia de la realidad de la categoría y de sus prestaciones le conduzcan a competir una vez más por lo máximo. El Burgos pegará con puño de hierro en un encuentro donde el Real Zaragoza debe demostrar por qué es el rey con o sin Keidi Bare y abrir una mayor brecha testimonial aún pero rica de matices.
— Real Zaragoza (@RealZaragoza) September 14, 2024
Vamow a notar y mucho la ausencia del albanes. Hoy se pondrán a prueba y mucho, el centro del campo y la defensa. Perdemos un verdadero guerrero, y sí Francho es el que más se le parece.