Dos errores muy graves de Clemente, uno con roja incluida al inicio de la segunda parte, la fragilidad defensiva y las ensoñaciones de Víctor desquician a un Real Zaragoza que acaba con nueve (1-0)
Bazdar no estaba al cien por cien. Tampoco Aketxe, según reconoció Víctor Fernández en la previa al partido de El Molinón. Con Tasende tenía dudas pero lo subió al autobús. Los dos primeros aparecieron en la pizarra de los titulares, y el lateral se quedó en el banco para que Clemente ocupara su puesto. En ese capricho de entrenador que juega a serlo, el técnico se permitió prescindir de Soberón, el pichichi del equipo, para dar continuidad a Marí. De esa triple apuesta no salió nada decente. El serbio y el vizcaíno pasaron como sombras por El Molinón, y Clemente desató la histeria y facilitó la derrota con dos errores muy graves, uno que supuso el gol de Rosas con la colaboración de un Vital dócil como nunca y otro al comenzar la segunda parte al medir fatal un pase al potero que adivinó Dubasin, quien se interpuso y fue derribado cuando corría hacia Poussin. Una roja que sacó los colores del defensa y que cerró el encuentro.
A Víctor no se le pueden achacar los terribles errores de Clemente, pero sí un plan muy de su gusto que apenas funcionó más allá de diez minutos, con una carrera titánica de más de 70 metros de Francho para presentarse sin fuerzas ya ante Yáñez como la mejor y casi única ocasión ofensiva del equipo. Bazdar no es Milosevic pese a que esta semana se le haya querido buscar cierto parentesco futbolístico con su compatriota. Aketxe tampoco está por el momento para mucho más que Adu Ares, y Marí es un ariete de compañía. Si además a Liso se lo merienda Rosas… El Sporting jugaba con miedo, pero la falta de puño de su rival le hizo crecerse, abrir el campo y castigar el pasillo de un Clemente que en las dos acciones clave tenía ganado el balón y lo perdió como un querubín. Vital, que se hizo un manojo de nervios, tampoco es Lothar Matthäus: Rosas le regaló un fajín en el recorte con el que fabricó el tanto local tras recoger la prolongación de Dubasin, a la que el central portugués acudió sin agresividad alguna. Un desastre coral.
En igualdad de condiciones y el marcador en contra, Víctor Fernández se sacó el plan B de la chistera, que consistió en quitar a Marí y a Bazdar para meter a Azón y Soberón. No le dio tiempo a ver si los revulsivos, entre ellos el máximo realizador de la categoría, le iba a dar resultado porque Clemente fue expulsado en el minuto 49. En inferioridad, el técnico intento recomponer el cataclismo con Tasende por Aketxe y el Real Zaragoza, con Poussin, dubitativo en una ocasión pero muy firme en general, resistió como pudo el acoso no demasiado violento de un Sporting donde Otero y Dubasin lideraron la búsqueda sin éxito del gol de la tranquilidad. Lluís López le puso su sello personal al horror de encuentro del conjunto aragonés cazando a Caicedo con la tarjeta roja en la boca.
La segunda derrota de la temporada sólo sirve para sacar conclusiones, una de ellas que donde se ven molinos hay molinos, no gigantes, y que Víctor Fernández debe evitar dejarse llevar por ensoñaciones, más aun cuando el Real Zaragoza estaba compitiendo a un nivel alto sin Bazdar ni Aketxe en la mayoría de las alineaciones (en todas el vizcaíno como consecuencia de su lesión). Pero el serbio hizo un tanto de bandera contra el Levante y se le bañó en púrpura, y el mediapunta había que meterlo con calzador cuando todavía le faltan por aprobar varias asignaturas físicas. Lo de dejar a Marí y prescindir de Soberón es un misterio sin posible resolución. Renunciar a tu atacante más eficaz no figura en libro alguno de justificaciones.
Mirar a Clemente y señalarlo como principal culpable es lo más sencillo. Nada que reprochar a las críticas porque se las merece. Sin embargo, el Real Zaragoza jamás, como había ocurrido en otras ocasiones, fue un equipo abiertamente ganador lo consiguiera o no. Antes del siniestro total, careció de profundidad, de fútbol, de jugadores con frescura en las piernas y en la cabeza. Ni Toni Moya ni Francho le dieron el cuajo de hace una semana. El entrenador se empalagó con nombres y no con algunos de los hombres que, pese a todo, mantienen al equipo en lo más alto. El margen de corrección es absoluto porque la Liga ha dado sus primeros pasos. Hay que recuperar a Keidi Bare, poner a punto de verdad a las piezas que se supone que pueden ser diferenciales y jugar a la ruleta de la naturalidad, no en el casino del presentimiento o las musas personales. Clemente y Lluís López serán bajas en la visita del Racing. Kosa puede tener su primera oportunidad. Sin experimentos quijotescos, a ser posible sin equivocaciones de órdago de unos y otros antes y durante el partido.
Sporting Gijón 1: Yáñez; Guille Rosas, Curbelo (Nacho Martín, minuto 39), Rober Pier, Pablo García (Cote, minuto 87); Gelabert, Olaetxea, Nacho Méndez (Campuzano, minuto 87); Dubasin, Otero (Caicedo, minuto 75) y Queipo (Jesús Bernal, minuto 75).
Real Zaragoza 0: Poussin; Calero (Marcos Luna, minuto 82), Lluis López, Vital, Clemente; Francho, Toni Moya; Aketxe (Tasende, minuto 52), Bazdar (Soberón, minuto 46), Liso (Adu Ares, minuto 78); y Marí (Iván Azón., minuto 46).
Gol: 1-0, minuto 26: Guille Rosas.
Árbitro: Moreno Aragón, del colegio madrileño. Mostró cartulina amarilla a Bazdar, Aketxe, Poussin, Adu Ares y Marcos Luna, por el Real Zaragoza. Expulsó a Clemente, en el minuto 48, y a Lluis López, en el minuto 90, ambos por roja directa.
Incidencias: partido correspondiente a la séptima jornada de liga, disputado en El Molinón con la presencia de 22.426 espectadores, 500 del Real Zaragoza.
Víctor: «Hemos hecho 27 minutos buenísimos»
El partido ha sido como lo describe.les hemos regalado el partido al Sporting. Apenas en los veinte minutos iniciales el Zaragoza pareció ser un equipo. Tras encajar el primer gol el equipo literalmente se descompuso y acabamos la primera parte casi pidiendo la hora, por completo desbordados y con ocasiones claras de gol del rival.
Nunca sabremos que podía haber pasado sin el segundo error garrafal de Clemente y su expulsión, pero con Iván y Soberon en el ataque inoperancia absoluta. Victor se equivocó en el planteamiento y los cambios.
Conclusión : Al equipo le falta un mundo para ser competitivo. No podemos permitirnos jugadores en el campo con errores en el control del balón en momentos críticos del partido, como hoy le ocurrió a Clemente. Y bien que siento tener que escribirlo.
Ya se sabe cómo acaban los ataques de entrenador: mal. El Real Zaragoza ha jugado con fuego y se ha quemado. Toca seguir remando que esto va a ser muy largo. Mucho.
La Segunda División si una cosa nos ha enseñado, aparte de ver semana tras semana partidos infumables, es que si no compites al 100% te pintan la cara si cumples esa premisa luego si tienes un atisbo de calidad puedes optar a la victoria, lo de Bazdar esta semana en los entornos afines es de traca recordar que SAVO MILOSEVIC procedía de la Premier League, quizá lo peor es que hay quien se sube en la nube y juega a la Playtstation, el entrenador, no hay ningún jugador que no este al 100% que sea imprescindible alinearlo, en el pasado los teníamos, por lo tanto deben alinearse a los que estén al máximo de sus posibilidades y otra máxima del futbol cuando un jugador hace 5 goles en 6 jornadas hay que alinearlo esta en racha y le golpeara en la espalda y entrara y finalmente una mala gestión de vestuario que tiene que hacer Pau Sans después de Cartagena firmando una buena actuación y marcando un gol, misteriosamente desaparecido, ver en convocatoria o sobre el césped a Bermejo o Adu Ares da grima,la única lectura positiva del encuentro es pies en el suelo y competir, competir y competir los inventos en la Carretera de Valencia entre semana.