El Real Zaragoza encaja dos goles, el segundo de un Tenerife con diez desde el minuto 25, y remonta en el desorden con la energía y la fe de los canteranos y un doblete del serbio (2-3)
La victoria no sólo tiene el rostro de la alegría. En ocasiones hay que fragmentarla y estudiarla tanto o más que las derrotas. Esta es una de ellas. El Real Zaragoza necesitaba ganar para desprenderse de la inseguridad de los dos últimos tropiezos y lo hizo en el abanico del último cuarto de hora. Tres puntos que le permiten seguir en la azotea de la clasificación. Cómo lo consiguió ya es otro asunto. No es triunfo para sacar pecho por mucho que la remontada de un 2-0 invite a hacerlo. En absoluto. Fue en el ocaso físico de, otra vez, un rival en inferioridad desde el minuto 25 cuando halló los pasillos que no la luz para evitar la catástrofe que se avecinaba. Sergio González, como hace una semana Manu Hernando, fue expulsado por casi volarle la cabeza a Aketxe. El conjunto aragonés ya había salido ileso de un cabezazo al poste de León para encajar poco después un gol fruto de un desbarajuste coral, un tanto del joven Aarón Martín, quien dentro del área disparó con Aguado inerte y Poussin sin visibilidad suficiente. Ese privilegio adjudicado por la justicia le sirvió de poco. Con Adu Ares y Aketxe por dentro, dos pesos muertos, los canarios echaron el cerrojo alrededor de un Salvi Carrasco que apenas había intervenido antes en un tiro cruzado de Tasende y un mala cesión que reparó con su cuerpo ante Bazdar. Keidi Bare, muy bajo de forma, tampoco daba a sus compañeros orden ni concierto.
El Real Zaragoza, que en los primeros partidos mostraba un perfil de bloque armado y con las ideas más o menos claras, ha perdido la seriedad de un aspirante al ascenso. Víctor Fernández recuperó a Bare y Aguado para guiar el juego pero ninguno de los dos cogió el volante con firmeza. También elevó su apuesta por Adu Ares, un futbolista laxo que restó más que sumó, lo que ya no es alarmante sino una confirmación de que su techo es ese, y dejó fuera a Liso, un futbolista que no puede salir del once ni con los huesos rotos. El Tenerife extendió la hamaca, desplegó una amplia sombrilla del 1-4-4-1 para estas ocasiones de asedio y esperó. Al regresar del descanso, Azón y Pau Sans relevaron a Soberón y Aguado. Víctor Fernández acudió a los canteranos para aumentar la intensidad ofensiva, pero fue el Tenerife, animado por el baile de Luismi Cruz, la profundidad generosa de Mellot y un serial de segundos balones ganados por mayor decisión el que sacó fruto de su valentía y, todavía, combustible bien utilizado por Pepe Mel. Una internada de Diarra por el agujero que suele dejar Tasende acabó en un centro mal despejado por Calero que David Rodríguez convertía en la segunda diana local. La zozobra. Contra uno menos, el Real Zaragoza se veía toreado, con olés en la grada del Heliodoro, festejando la que parecía su segunda victoria y la fuga del último puesto de la tabla.
Al borde del desastre, la chispa de los chicos de la casa encendió la mecha del equipo, al menos la de la fe. Para entonces Liso, otro de la cantera, había entrado por Bare para ensanchar el campo de una vez. Tarde, pero a tiempo. Y Adu Ares se fue por donde había venido para que Toni Moya se quedara en solitario, con alguna ayuda de Aketxe, en el centro del campo. En el minuto 74, Pau Sans se puso a descoser al Tenerife por su zona más minada con zancada, conducción y una decisión de largo recorrido que finalizó con un lanzamiento que Salvi Carrasco rechazó en corto. Bazdar estaba allí y acortó distancias. Había deambulando el serbio entre el caño y pérdidas del balón infantiles, con detalles de clase y cierta indolencia. Olió a sangre e inauguró su cuenta goleadora en el partido. En el 79, Azón acudió al saque de esquina de Moya con un yunque perfectamente calibrado en la frente y marcó un tanto de bandera, el de la igualada. El conjunto de Pepe Mel no soportó ver cómo se le iban dos puntos y el Real Zaragoza encontró en Lluís López a un mediapunta imprevisto para fabricar una larga internada que puso en los pies de Bazdar. Ahora sí, el delantero acarició la pelota con igual delicadeza que frente al Levante para firmar la remontada y el doblete. Sin duda un futbolista de futuro, pero el conjunto aragonés le necesita en el presente y hay que pulirle mucho más.
El triunfo llegó más por aplastamiento que por una idea concreta, trufada de decisiones confusas antes y durante el partido. Frente al Racing no funcionó y ante el Tenerife sí. No es forma de soportar una temporada que exigirá bastante más coherencia de rendimiento si se quiere acabar entre los seis primeros. Pau Sans, por ejemplo, ha demostrado que la titularidad le encaja perfectamente aunque sea un poco alejado de su hábitat natural porque ha evolucionado y ha aprendido para participar con personalidad. Es un detalle importante. Como también lo es que no se puede jugar con futbolistas fuera de forma por una u otra causa, caso de Bare o Aketxe, el primero imprescindible sólo al cien por cien y el segundo con un retardo todavía considerable en su puesta a punto. Adu Ares entró de nuevo por esa ley redactada por Víctor de poner a los que le llenan el ojo. El técnico tiene que ajustar y ser justo con un Real Zaragoza que no debería correr los riegos que asumió en el Heliodoro, donde los jugadores que tenía aparcados resulta que eran los bólidos. Qué lleven motor aragonés no es casual.
2 – CD Tenerife: Salvi; Mellot, Gayá, José León, Medrano (Rubén Alves, m.76); Dani Fernández (David Rodríguez, m.46), Sergio González, Aarón Martín (Maikel Mesa, m.82), Luismi Cruz (Waldo, m.71); Diarra y Ángel (Enric Gallego, m.46).
3 – Real Zaragoza: Poussin; Iván Calero, Lluis López, Bernardo Vital, Tasende; Adu Ares (Toni Moya, m.59), Keidi Bare (Liso, m.59), Aguado (Pau Sans, m.46), Aketxe (Francho, m.90+3); Soberón (Iván, m.46) y Bazdar.
Goles: 1-0, M.11: Aarón Martín. 2-0, M.49: David Rodríguez. 2-1, M.73: Bazdar. 2-2, M.78: Iván. 2-3, M.86: Bazdar.
Árbitro: Salvador Lax Franco (Comité Territorial Murciano). Expulsó al local Sergio González (m.24) por una peligrosa entrada a Aketxe, además, amonestó a los locales José León (m.37), Gayá (m.45+2), David Rodríguez (m.69) y al entrenador Pepe Mel (m.74), y a los visitantes Tasende (m.48), Adu Ares (m.58) y Bernardo Vital (m.74)
Incidencias: Partido de la novena jornada de LaLiga Hipermotion disputado en el estadio Heliodoro Rodríguez López ante 15.272 espectadores. Antes del inicio del encuentro el exjugador Sergio Rodríguez realizó el saque de honor en reconocimiento a su exitosa carrera en el mundo del baloncesto, tanto a nivel de clubes como con la selección española.
Una vez más se jugó a la ruleta rusa y esta vez hubo suerte. Corolario: Si esta firma de jugar se convierte en una constante, por simple cálculo de probabilidades estaremos fuera del objetivo.
El equipo está muy desordenado e impreciso con jugadores fuera de forma y con los dos laterales rebajando su nivel de prestaciones conforme avanzan las jornada. Sólo el pundonor y el acierto arriba nos salvó.
Exacto Leonaredo: ruleta rusa. Así no.
Nuestro Real Zaragoza
Lamentable partido y planteamiento táctico desastroso por parte de Víctor. No hay centro del campo y así no se puede competir . Y Víctor se empeña en sacar muchos “ a meter gol “ y pocos a dominar el centro del campo , lo que hace que la defensa acabe vendida y que los de arriba ( que son bastante buenos ) se creen las ocasiones a base de lucha y pundonor , pero no por juego generado desde el centro del campo. Lo de Aguado es para analizarlo seriamente y lo de Moya , va a ratos. Es necesario un centrocampista de jerarquía ya , que acompañe a Keidi Bare y otro más que puede ser Francho o , según el partido Moya. Quizás Guti …..