El Real Zaragoza es segundo, máximo goleador y tercer equipo que menos tantos encaja en un Liga demencial donde ha hecho sus deberes con nota baja frente al suspenso general de todos sus rivales menos el Racing
Sus números en nueve jornadas son fantásticos, los mejores después del Racing, líder con cierta ventaja gracias a un fútbol ofensivo primoroso. Los cántabros perdieron hace dos semanas en casa con el Cartagena, que venía en descenso y con entrenador nuevo, Jandro. El Real Zaragoza contempla la categoría en ascenso directo con 16 goles a favor, la mejor artillería; nueve en contra, el tercer muro más alto; una capacidad asombrosa para saltar los obstáculos que él mismo pone en su carrera y tres partidos contra diez de los que ha ganado dos y ha perdido uno. Vive en un paraíso poco fiable con una nota baja frente al suspenso general de los demás. Con hacer los deberes le ha sido suficiente porque el resto ni se ha presentado. La Liga, por el momento, está resultando una competición demencial con los recién descendidos sufriendo todo tipo de calamidades y otros, caso del Huesca, que iba de caza de puntos para la permanencia y viste un abrigo de oso en la tercera plaza, o el siempre juvenil Mirandés, en playoff después de imponerse en El Plantío, donde el Burgos jugaba ayer para sentarse en el trono que hoy ocupa el conjunto de Víctor Fernández.
Se presumía un campeonato duro por la presencia de un pelotón de 17 equipos con historia en la élite, pero el presente devora al pasado. La actualidad manda, y en esa coyuntura, el Real Zaragoza, precisamente con una vitrina sembrada de títulos memorables, defiende el segundo cajón del podio. Sus credenciales cuantitativas invitan al optimismo, al igual que su trastorno ciclotímico avisa con alarma de las deficiencias que arrastra. Si la clasificación se ciñera a los primeros 45 minutos, sería 17º y llevaría 4 goles a favor y 6 en contra; si se atendiera a lo que sucede tan sólo en la segunda mitad, dominaría el torneo con tres puntos de ventaja sobre el Racing (20/17), con 12 tantos marcados y tan sólo tres encajados. Sale ausente a los encuentros y explota sobre todo en la recta final. Tiene que regular sí o sí este comportamiento de hipo e hipertensión si aspira a mantenerse entre los seis primeros, una conducta ligada a la juventud que impera en la plantilla y a los retoques que tiene que aplicar Víctor Fernández a su tan excitante como descompensado plan. El centro del campo se le suele desarmar con extremos de poca aportación defensiva, lo que le obliga a un constante baile a la desasistida pareja de mediocentros para acabar con toques de corneta en ataque. Desde el banquillo han llegado siete dianas y cinco asistencias, una producción abrumadora.
Así, con más tiempo en la anarquía que en un gobierno bien administrado de los recursos, el Real Zaragoza levantó el encuentro de Cartagena (1-2), superó al Levante (2-1), su única victoria de prestigio, y remontó en el aquelarre de Tenerife con uno más desde el minuto 24 y recibiendo el 2-0 en el 50 (2-3). Francho, Pau Sans y Azón, futbolistas de recambio para el entrenador, le han sacado de serios apuros, mientras Soberón luce de Pichichi y Bazdar se ha unido a este fiesta realizadora. Equipos con más hechura como Burgos (1-0), Sporting (1-0) y Racing (2-3) le han superado. Desde el 0-4 del partido inaugural de Cádiz, el equipo de Víctor Fernández sólo ha vivido una tarde-noche tranquila ante el Elche, cuando en el minuto 54 y con 1-0 en el marcador de La Romareda, Óscar Plano vio la roja y asfaltó el camino hacia cómodo el triunfo local (3-0). Dominador a plazos y sometido en largos periodos, el éxtasis de los resultados y su forma alimentan un fútbol mediano, el segundo mejor sin embargo a estas alturas.
Dormirse en los laureles de la segunda plaza sería un suicidio porque además hay un atasco monumental desde ese punto hasta la mitad de tabla. De una semana a otra, el rey puede ser plebeyo y viceversa. El Real Zaragoza comienza el domingo una semana de tres partidos, siete días que se abrirán con el Almería, el viaje a Elda el miércoles 23 y la recepción al Castellón el sábado 26. Sin Soberón como mínimo las dos primeras citas y con Kosa de vuelta de la sub 21, aunque el eslovaco es probable que vuelva a la reserva en beneficio de Lluís López. Este es otro asunto sin resolver. El tercer central está a un nivel superior que el fichaje que venía a desplazarle, mientras que adquisiciones como Adu Ares, Aketxe o Marí responden muy por debajo de lo esperado, con los canteranos muy por encima de ellos, Vital no pasa de defensor aguerrido y Tasende vuela alegremente sin motor hacia arriba y sin paracaídas hacia atrás. De Gori no hay huella y la aclamada de Poussin, inocente en los siete goles recibidos en las últimas cinco fechas, se va borrando.
La teoría con la que se quiere magnificar su rendimiento, que haya disputado seis partidos a domicilio, se desmorona observado la poca distancia de los porcentajes de ganadores locales y visitantes, apenas perceptible. Actuar ante la afición o hacerlo a kilómetros de distancia condiciona poco o nada. Huesca, Mirandés y Éibar son los más fuertes en el hogar, y Albacete, Cádiz y Cartagena, los más débiles. Los amos de Segunda lo son sobre todo por su fortaleza en los desplazamientos, Racing y Real Zaragoza con el Castellón como tercero en esta lista de viajeros temibles. El Almería, pese a su crisis, obligará al conjunto aragonés a estabilizar sus prestaciones. Los andaluces coinciden en segundas partes electrizantes, con 10 de sus 14 goles firmados en ese espacio y un Luis Suárez que ha despertado su instinto. El paraíso provisional es un lugar que se ha ganado el Real Zaragoza por ser el menos irregular, no por un fútbol cabal. La serpiente es creer que todo se está haciendo divinamente.