El equipo de Rubi es el más goleado, 18, con una defensa fracturada por el centro, futbolistas con carnet de élite a disgusto en Segunda y jugadores con una poderosa capacidad ofensiva
El Almería gasta en nóminas más que nadie y en el mercado sus jugadores están entre los más valorados, con Sergio Arribas, Lucas Robertone y Dion Lopy en las tres primeras posiciones de esa lista y Luis Maximiano, Marc Pubill y Nico Melamed entre los diez mejor considerados a nivel económico. Una plantilla repleta de futbolistas que han vivido la Primera División en este u otros clubes. Con esa armadura, se le esperaba en los puestos de ascenso o muy cerca de ellos a estas alturas de la competición, pero ocupa plaza de descenso con el dudoso honor de haber recibido 18 goles en contra en nueve jornadas, una cantidad humillante y que delata que su depresión después del descenso se ha instalado en el vestuario. «No hemos escondido nunca la obligación de estar arriba. Eso sí, nos obliga quizás a ser dominadores y proponer en los partidos, lo que nos ha generado cierta inquietud. No obstante, el problema real ha sido un estado anímico muy bajo y cabezas que estaban fuera. El futbolista ha pasado por tres hostias ya. Si no lo supera, no merece estar aquí», ha comentado esta mañana su entrenador antes de viajar a Zaragoza.
Los tantos recibidos han llegado casi siempre por una escandalosa distensión defensiva de la que nadie se salva y que retrata a sus centrales, a cuyas espaldas los rivales han organizado fiestas de todos los colores. 2-5 le metió el alegre Castellón, 4-2 el Levante y 3-2 el Real Oviedo en el último encuentro, cita que acabó con dos menos por expulsión de Radovanovic y Rachad. Rubi no ha podido curar las heridas en profesionales que se sienten parte de la élite y se han visto obligados a cumplir sus contratos en esta agria categoría. «Las claves son muy claras: tenemos que dar un paso adelante y crecer en la resolución de las jugadas defensivas. Esto es clarísimo, a pesar de jugar contra un rival con la flecha para arriba. Prometo que vamos a acabar con este número de goles encajados. Si estamos más fuertes en defensa, todo el mundo sabe lo que tenemos en ataque. Espero que hayamos aprendido la lección y no salgamos atemorizados», explica Rubi, consciente de que el Almería está a tiempo de todo si corta esa sangría.
El Real Zaragoza, con el aval de ser el mejor artillero con 16 dianas y algunas de las estadísticas más sobresalientes en ataque, intentará seguir perforando en las debilidades del conjunto andaluz. La línea a bombardear está clara pese a no poder contar con el lesionado y pichichi Soberón, pero, asimismo, deberá cuidarse de otro de los equipos con un arsenal de cuidado. Luis Suárez mostró sus garras en el Carlos Tartiere con un doblete y ya lleva cinco goles y una asistencia. Nico Melamed, Sergio Arribas y Leo Baptistao, este último aún si ver puerta, son también un incordio… «Hay que jugar en Zaragoza con la determinación de ganar el partido, estar concentrados y vencer duelos. Si hablamos del rival, tiene la confianza muy alta, te ataca sin pensarlo mucho y con jugadores jóvenes. Si conseguimos estar bien con balón y ofensivamente, podemos encontrarle las fisuras». Rubi y Víctor Fernández van a ir de cara, y a rompérsela con sus equipos, un Almería deslumbrante y tocado y un Real Zaragoza de juego intermitente pero espíritu irreducible.
Partido complicadisimo a mi entender. El Almería, con esa plantilla, tiene que despertar, y no escondo mi temor a que lo haga en nuestro campo. Sigo a este equipo en todos los partidos que ha jugado y el potencial atacante es descomunal. Mucho cuidado con la dupla, Leo Baptistao y Luis Suarez.
A poco que ajusten la defensa, es un equipo que acabará arriba de la clasificación.
De acuerdo Leonardo «cuidado», no hay más que ver al Tenerife hoy en Granada, una banda, se nos vendió una excelsa y extraordinaria remontada frente a ese colista y con 10 la mayor parte del partido.