Estoy convencido que el futuro nos ofrecerá versiones muy similares a las sufridas estos últimos días con momentos emocionales que nos lleven a la desesperación o a la excitación «in extremis». Desolación ante los almerienses con declaración de amor mutua entre Luis Suárez y un sector de la afición zaragocista o el enardecimiento impensable después del caos de ayer en Elda. Este tipo de vaivenes convierten a los aficionados en seres poseídos por la pasión que una noche sueñan con regresar al Paraíso y otra que sufre el incendio de sus entrañas hasta convertir en un infierno los momentos previos a despertar.
Siempre he pensado que la regularidad es fundamental para conseguir un objetivo importante a medio o largo plazo; que la rutina favorece la reacción natural de los conceptos aprendidos y que depender del heroísmo es algo que puede costarte la vida aunque puedas lograr lo que más deseas. En el fútbol ocurre lo mismo porque la planificación de una temporada es crear un proyecto dándole los argumentos necesarios para obtener el resultado deseado. Desde el descenso del Real Zaragoza con un Manolo Jiménez rendido y un Agapito Iglesias hipnotizado por el mundo entre bastidores del fútbol más diabólico, se ha querido volver a Primera División por la historia, la afición o la importancia de la ciudad. Improvisando, fiándote de los supuestos aliados escondidos en la oscuridad o porque «ya tocaba». Creyendo algunos que su importancia oligárquica en un territorio olvidado y sometido a Madrid podría favorecer el coqueteo con los verdaderamente poderosos. Y no se dan cuenta que son utilizados sin que, a veces, recuerden la genuflexión que les ha llegado ya a agradar por su proximidad con ellos.
Nunca ascenderá el Real Zaragoza «por cojones», gracias a la entrega fabulosa de su cantera o a causa de una afición que soporta con valentía el paso del tiempo y de gente a la que se termina olvidando por su escaso corazón e inteligencia, que forman parte de una historia que se deja de recordar por la necesidad de seguir viviendo. Aún así es necesario saborear con delectación ganar marcando tres goles, fuera de casa y seguir después de once jornadas «en la pomada».
Solo recordar cómo se ascendió las últimas dos veces con Paco Flores y Marcelino: regularidad. Por no remontarse a Arsenio en los 70 del pasado siglo.
Así es. Consiste en desarrollar un proyecto sólido y basado en la regularidad. Sabiendo que es una categoría muy complicada. Y porque “ya toca” no vamos a subir, ni con arreones en cada partido.
Muchas gracias.
Don FRANCISCO ORTIZ, son ya doce años consecutivos en SEGUNDA, y ya creo que toca subir, que se que no va ser fácil, pero JOLINES creo que ganando siempre remontado no va ser posible, ahora somos los más goleadores del grupo con 20 goles en once jornadas, pero tenemos un gran déficit son 13 goles encajado, eso tenemos que ajustarlo sino , creo que otro añito más en segunda pero quedan aún 31 jornadas son 93 puntos en juego, cazi na, pero creo que en invierno no nos vendría mal un buen central, un buen lateral izquierdo y un centrocampista con energía y mando, es mi opinión claro.
Y yo estoy totalmente de acuerdo. Jugar a la desesperada remontando y siendo frágiles atrás no te concederá el ascenso. Y como dices, faltan por lo menos un jugador en cada linea de calidad y experiencia para cerrar el equipo.
Muchas gracias.
Que buen artículo. Que bien explicado todo. Que gusto da leer artículos como este. Que buen periodista y zaragozista de corazón. Un saludo cordial.
Se lo agradezco de verdad. Disfruto cuando sé que personas interpretan mi forma de expresar lo que siento.
Yo como zaragocista de edad de 72 años me gustaría ver a nuestro Real Zaragoza entre los grandes si pudiera pedir algo algo seria vernos en la Liga Santander. Señor Jorge Mas. No sería posible, cedern os algunos jugadores del Miami C. F. Messi. Y algunos de los pues esa será la única ilusión pues un campo nuevo y en segunda división piénselo.
El fútbol ha cambiado radicalmente desde los años sesenta del siglo pasado. Como la vida misma. Y sería maravilloso que los propietarios además de invertir en un nuevo estadio, que es necesario, pensaran también en la necesidad de construir una plantilla capaz de ascender y de mantenerse en la categoría. La ilusión es algo maravilloso y también necesario. Muchas gracias.