Biografía de dos desastres

Los goles encajados en Córdoba certifican el declive de un Real Zaragoza que sacrifica con imprudencia las labores de seguridad para confiar su destino a la caballería ofensiva

Hay un antes y un después del partido disputado en El Plantío, donde el Real Zaragoza recibió la primera derrota de la temporada tras un exuberante arranque de torneo. Una semana antes, en casa frente al Elche y favorecido en parte por la expulsión de Óscar Plano, mostró la última señal de equipo compacto y sobre todo equilibrado con su mayor goleada (3-0) y una portería que dejó inmaculada. Pero en Burgos comenzó a dar las primera señales de al equipo le faltaba algo: en el minuto 93, Álex Sancris galopó sin oposición alguna para batir a Poussin. Desde entonces ha encajado 18 goles fruto de la habilidad del rival, aunque con mayor incidencia de un sistema defensivo derrumbado por fallos individuales muy graves donde no ha habido, salvo el portero francés, un solo futbolista de contención que no haya salido en la foto de los errores en un primer o segundo plano. Lo que se ha detectado en estas últimas doce jornadas es un abandono o incapacidad absolutos del cuerpo técnico para frenar esa sangría. Lo que se ha hecho es redoblar con imprudencia el espíritu ofensivo, y no con demasiada ortodoxia. Correr, utilizar a Azón de frontis de prolongaciones o segundas jugadas, contragolpear con más audacia que estilo, alimentarse de los regalos del rival…

El empate sin tantos frente a un Málaga en inferioridad casi una hora hizo daño, con el consuelo de que al manos se había cerrado el grifo atrás. La igualada en el Nuevo Arcángel abrió de nuevo la válvula de par en par con un Córdoba intrépido que confirmó además que al Real Zaragoza le quema el balón en los pies como consecuencia de sus limitaciones, aunque bastante más del pánico que agarrota a unos futbolistas concentrados en no cometer errores, desangelados con un sistema que desnuda con sencillez cada adversario a partir del centro del campo. Las responsabilidades se reparten entre Víctor Fernández y su vestuario, si bien el técnico despunta en promover el caos mandando su equipo a la guerra sin contemplar que los encuentros exigen repliegues en la retaguardia y orden en caso de retirada. Su plan se corresponde también a una plantilla que ha construido sin algunas columnas maestras imprescindibles para intentar el ascenso. Va a tener problemas el entrenador para recuperar el pulso competitivo si insiste en ese desgobierno apelando a la naturaleza de la plantilla. El Córdoba, un bloque gestado en 1ª RFEF, de la que acaba de ascender, marcó dos dianas que prolongan la frágil personalidad del conjunto aragonés, necesitado de una urgente relectura de un plan muy personal que chirría.

En las imágenes de los goles conseguidos por Theo Zidane y Jacobo se explican el porqué y los porqués de esas desatenciones y pésimas decisiones enraizadas en algunas ocasiones en la falta de calidad del implicado y en otras muchas en la descolocación del grupo para desactivar el peligro antes de que sean irremediables sus consecuencias.

PRIMER GOL 1-1

1. Se aprecia cómo Tasende acude a la presión fuera de lugar y Liso se queda por dentro para cubrirle la espalda, mientras Carracedo encara al lateral y Adrián Vázquez, intercambiado como externo, pica a al espacio sin que Vital ni Liso consideren que deben acudir a taponarlo.

2. Adrián Vázquez avanza sin oposición con el central portugués sin activarse y, metros más atrás, Theo Zidane comenzando a despegarse de Keidi Bare para aproximarse al área.

3. Adrián Vázquez recoge el pase de su compañero, encara y busca la llegada de la segunda línea. Bare persigue con la mirada a Zidane y Vital acelera tarde para molestar al lateral en su cómoda internada.

4. Theo Zidane recoge la asistencia totalmente liberado de un Bare ya incapaz de colaborar em la ayuda y con Francho marcado una diagonal defensiva a la desesperada.

5. Zidane dispara sin que Vital ni Lluís López, muy estáticos y contemplativos, le encimen, superando con un lanzamiento cruzado a Poussin.

SEGUNDO GOL 2-2

1. Carracedo arma frente a un Tasende alejado un centro curvado que coge a Vital Y Lluís López sobre la misma marca. Luna acude con urgencia a ocuparse del delantero abandonado por sus compañeros y se ve obligado a desatender a Jacobo, que establece el empate presentándose en solitario en el segundo palo.

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