Xavi Aguado, como un niño en su campus

El verano es para los campus. Aragón se trufa en estas fechas con este tipo de actividades deportivas complementarias a las de la temporada competitiva que, con el paso del tiempo y de los profesionales que las lideran, han adquirido un notable nivel formativo. Entre ellos destaca el de Xavi Aguado, que cumple su décima edición y que se desarrollará en tres grupos, en horarios de mañana (de 9 a 14 horas), desde el próximo lunes 28 hasta el 16 de julio en el Parque Deportivo Ebro. El excentral del Real Zaragoza se muestra sorprendido y feliz porque su aventura cumpla una década. «La verdad es que es mucho más de lo que esperaba y me siento afortunado. Es muy gratificante en todos los sentidos ver cómo padres y chicos confían en ti, en lo que puedes aportar con tu experiencia». Para Aguado, estas fechas «son las mejores del año. Ojalá hubiera podido contar yo con esta oportunidad. Disfrutas a cada momento y los críos no dejan de sorprenderte. A diferencia del trabajo que hacen en sus respectivos clubes, aquí se liberan de responsabilidades y son más ellos mismos. No tiene miedo a cometer un error, se expresan con naturalidad…».

El capitán del barco está todo el día involucrado en el campus, observando y participando. De sol a sol, sin perder de vista todo lo que acontece en labores muy específicas que buscan una mejora técnica, la comprensión del fútbol desde la faceta colectiva pero sobre todo individual. Lo vive como un niño grande, con la ilusión compartida de sus alumnos y la suya propia por transmitir ideas, conceptos, consejos. «Estoy todo el día a su lado y me quedo a comer con ellos. Lo hago porque el campus lleva mi nombre y tienes que responder y porque me encanta compartir, pasear, meterme en un rondo. Son muchas horas pero el tiempo se me pasa volando y los chavales me lo agradecen». En esta edición participarán 20 chicas que dispondrán de dos entrenadoras, jugadoras en activo del Logroño de primera División Femenina.

En estos escenarios resulta primordial la aportación de entrenadores y monitores. «Son personajes muy influyentes. Lo que dicen, cómo lo hacen… Los niños prestan mucha atención y tienes tener capacidad de llegarles a nivel futbolístico y humano. Siempre busco un perfil de entrenador que encaje en esos valores y que sepa transmitirlos. Me parece fundamental. A los pequeños les digo que si deciden volver al campus, seguro que lo harán por la complicidad que hayan alcanzado con el entrenador. Ellos son nuestra mejor imagen», explica el exfutbolista. La planificación se ejecuta con rigor y flexibilidad. «Cada grupo de diez cuenta con un entrenador y un monitor para que todos estén perfectamente atendidos. No me gusta masificar para que en el trabajo de campo tengan espacio. Si un chico destaca en su nivel, lo subimos a uno superior para que evolucione según sus cualidades naturales. Recuerdo a Marc Cucalón, ahora juvenil del Madrid, un pelirrojo fantástico que vino con 8 años y tuvimos que ponerle en infantiles. Era un espectáculo». Así se mima cada detalle con el objetivo de que el tiempo empleado se lo más productivo posible.

Xavi Aguado comenta que aunque no haya una relación directa con el Real Zaragoza, club del que es leyenda, «en ocasiones he llamado a Pedro Suñén para decirle quiénes destacaban». El propio Cucalón pasó por la Ciudad Deportiva y jugadores del relieve de Javi Hernández, Juanma Gainza, Nacho Alastuey, Álvaro Martín, campeón juveniles con el equipo que entrenaba Iván Martínez, o su hijo Marca Aguado formaron parte del campus. «Les hicimos un homenaje y ellos dieron una charla a los más pequeños para motivarles y hacerles ver que los sueños son posibles. En otras ediciones tuvimos a Zapater, Nayim, Valbuena, pero las restricciones del covid nos han impedido seguir contando con jugadores y exjugadores de primera línea». Aun así, hay detalles humanos que compensan y justifican el trabajo. «Nico de Miguel, que está en el Zaragoza, este año viene de nuevo al campus. Me hace una ilusión tremenda».

Diez veranos de convivencia dan para mucho, y no suelen terminar cuando sesión tras sesión se baja el telón. Aguado dice que es todo un orgullo «ir por la calle y que chavales ya en edad cadete o juvenil que han estado alguna vez en el campus te vengan a abrazar. Y recuerdo a todos por sus nombres. Además, a muchos voy a verlos en sus clubes durante el año. Es algo tuyo, su éxito es el tuyo».

Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *