¿Para qué viajaron Guti y Keidi Bare?

Los dos futbolistas, con molestias de alcance antes del partido, fueron inexplicablemente incluidos en la citación para no jugar y el Real Zaragoza pierde a un par de piezas clave en la medular

El amateurismo del Real Zaragoza al que se refería Miguel Ángel Ramírez y al que, por lo visto, también pertenece el entrenador canario, se ha manifestado una vez más en una de las áreas del club más cuestionadas a nivel externo e interno desde hace temporadas, la del cuerpo médico. El responsable de estos servicios, el doctor Ireneo de los Mártires, conocedor de las dolencias de ambos jugadores y con el beneplácito del técnico, dio el visto bueno para que ambos fueran incluidos en la convocatoria para el encuentro del pasado viernes en el Carlos Belmonte. El viaje, además, se realizó en autobús, lo que en ningún caso beneficia a un jugador que manifiesta molestias musculares. El albanés se cayó al final de la citación y el aragonés estuvo en el banquillo sin llegar a entrar en el campo.

El diagnóstico de Raúl Guti, presentado el miércoles anterior junto a Dani Gómez como refuerzos de la ventana de invierno, es de una lesión a nivel del músculo semitendinoso. Hoy se le han realizado las pruebas radiológicas sin que se haya hecho público el grado de esa dolencia. En cualquier caso, lo más probable es que el centrocampista se pierda de tres a cuatro partidos, lo que supone un duro golpe para el equipo y cuestiona una vez más la cualificación profesional del médico al haber permitido que el futbolista se desplazara al Carlos Belmonte, responsabilidad que también pertenece a Ramírez. Con Keidi Bare, que tiene un problema en el sóleo pendiente de evaluación y localizado antes del encuentro del viernes, se decidió que se subiera al autocar, para después dejarle fuera de la lista de convocados.

El Real Zaragoza, incompleto después de la ventana de enero, había logrado un importante blindaje al menos en el centro del campo con los fichajes de Arriaga y Guti, que se unían a Bare para formar una medular de muchas garantías competitivas. A la espera de los resultados del albanés, el hondureño, utilizado de central al última jornada, puede quedarse sin dos de los compañeros que parecían fijos a su lado para el resto de la competición. Nadie ha explicado el porqué se consintió que sumaran a la expedición frente a la certeza de que sus opciones de participar contra el Albacete eran nulas. Tampoco lo ha hecho Ramírez, a quien la modernidad parece que le alcanza para unas cosas y no tanto para otras como la de proteger a piezas de la plantilla con visibles problemas físicos.