Mario Soberón ha vuelto. Después de su recaída en Eibar en diciembre tras dos meses más en la enfermería y convertirse en una pesadilla para el cuerpo médico, el delantero regresa a un once con cinco variaciones individuales y un significativo cambio táctico. Ramírez retoma el 1-4-4-2 pero con dos centrales inéditos: Jair, quién cubre la ausencia por lesión de Luis López, y Arriaga, para prescindir de cuajo de un Vital en su perfil más bajo. En el centro del campo se mantienen Francho y Adu Ares, a quienes se les unen Bare y Liso. Arriba, el añorado Soberón y sus seis goles jugarán con Bazdar.
La configuración del equipo, en principio, supone la apuesta más ofensiva hasta la fecha del técnico canario, que se ha mantenido en la creencia a ciegas en un dibujo condicionado a tres centrales. Deshace también el centro del campo con tendencia a actuar por dentro al dejar fuera a Aketxe y aprovechando un doble pivote con Francho y Bare para que Ares y Liso se acuesten a los estados de una línea más tradicional. En ataque, donde Dani Gómez es baja por sanción, Bazdar retorna al equipo inicial por Marí para recuperar junto a Soberón la pareja que más alegrías dio al Real Zaragoza al principio de temporada.
El conjunto aragonés se enfrenta al Granada con la necesidad anudándole el cuello con cierta sensación de estrangulamiento. Su caída en los resultados y en la clasificación, acentuado con dos derrotas consecutivas con Albacete y Burgos, le han situado a seis puntos de los puestos de descenso, con el Eldense como gran y prácticamente única amenaza para salvaguardar la categoría. Con este nuevo formato que supone una vuelta al pasado y con muchos futbolistas físicamente condicionados por su falta de ritmo o molestias, el Real Zaragoza afronta una empresa totalmente ajena a la del ascenso, mensaje directo e institucional con el que comenzó el curso.
En este contexto, la respuesta psicológica se antoja fundamental en un partido de enorme exigencia porque el equipo de Fran Escribá mira en exclusiva a los seis primeros puestos. Un Granada que presenta un solo cambio en la alineación con respecto a su último compromiso en Huesca: Loïc Williams entra en lugar de Neva, que es baja por lesión.
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