El técnico, que también pierde ante el Córdoba a Bazdar por el virus FIFA, se enfrenta a la ausencia del hondureño, el futbolista con más conceptos defensivos de un equipo indefenso
Gabi Fernández tiene mucho trabajo. A esa ingente labor de rescatar a un náufrago que está a un punto de dejar de hacer pie con la salvación, el técnico madrileño afronta el reto de ganar al Córdoba sin Kervin Arriaga, el futbolista con más conceptos defensivos de un equipo indefenso. El jugador, ya a las órdenes de Reinaldo Rueda en la concentración de Honduras para el partido de ida de este viernes por la repesca a la Copa Oro 2025 ante Bermudas, ha tenido un protagonismo capital al margen de los resultados. Miguel Ángel Ramírez lo utilizó en la medular, su posición natural, una vez que el Misilito llegó cedido en enero del Partizán, pero ante los problemas y las bajas formas para configurar una primera línea solvente, lo retrasó para formar con dos y tres centrales. Su físico le ha hecho destacar sobre todo el juego aéreo, pero no ha sido suficiente para frenar la sangría permanente en la zona de atrás. Tampoco en Almería y de nuevo en la sala de operaciones puede evitar el descosido. Su baja obligará al técnico a barajar soluciones en cualquier caso nada sencillas, porque no tiene en la plantilla una pieza con las prestaciones que precisamente más demanda el Real Zaragoza.
Arriaga salió en la segunda parte del encuentro en Tenerife y ya dejó su sello diferencial. Potencia, agresividad, disputa de duelos con un alto porcentaje ganador y correcta administración de la pelota. Desde entonces, ha sido titular de principio a fin en las ocho jornadas restantes, sin un segundo de descanso. Su rendimiento se ha visto afectado por la crisis general, pero ahora resulta difícil imaginar un Real Zaragoza sin su presencia. Además, lesionado Keidi Bare, la única alternativa para atenuar ese contratiempo que maneja Gabi es Raúl Guti, que podría asumir esa función aunque se trate de un volante y todavía no se halle al cien por cien. Moya y Francho son escuderos con mayor o menor relevancia y muy proclives a abandonar sus posiciones, espíritus que necesitan libertad de movimientos. No hay más salvo que el entrenador tenga previsto algún malabarismo táctico muy improbable en un conjunto que necesita la mayor estabilidad posible. Todo está por descubrirse sin que haya casi nada para esperar grandes revelaciones de un equipo previsible. Con cuatro o cinco defensas, con los laterales bastante desnudos, y encima sin Arriaga para las correcciones… La respuesta ha de ser, más que nunca, coral, de una implicación colectiva monumental.
Tampoco, afectados por el Virus FIFA, estarán Bazdar, con Bosnia, ni Kosa, con la sub 21 de Eslovaquia. En el segundo caso, se le echará poco o nada de menos. En el primero, se prescinde a la fuerza de un delantero que arrancó como un tiro pero que con el tiempo se ha ido diluyendo, sobre todo como consecuencia de la lesión que sufrió en el isquio frente al Albacete y que le tuvo en el dique seco durante cinco semanas. El atacante ha regresado muy lejos de su mejor versión para participar de titular en tan sólo tres de ocho encuentros. Ha perdido su papel principal y entra sobre las últimas medias horas sin llegar, muy disperso, a enganchar con el juego. Su pérdida para este lunes resulta menos impactante que la de Arriaga, ya que arriba, el técnico dispone de armamento suficiente con Soberón, Dani Gómez, Pau Sans, Liso o Marí. El Córdoba, por contra, se presentará en La Romareda sin ninguna fuga internacional. Iván Ania dispondrá de todos sus efectivos para seguir apurando con las remotas opciones de los andaluces de alcanzar la promoción. ¿Su talón de Aquiles? Es el tercer equipo que más goles recibe a domicilio, 28. Le consuela que el Real Zaragoza es el tercero que más encaja en casa, 21. La sombra de Arriaga en el contexto de esta cita se alarga aún más.
Pues si, estoy totalmente de acuerdo,la baja de Arriaga se antoja a priori muy importante,pero este equipo no tiene tan mala plantilla como se ha dicho alguna vez. El problema es que el maldito de MAR ha destrozado a los jugadores en todos los sentidos,ya no saben a lo que juegan, han perdido la confianza y la autoestima….esperemos que Gabi,sea capaz de recuperarlos, si lo logra, estoy seguro de que logrará la salvación…..el traer a MAR, ha sido una auténtica catástrofe tanto deportiva como económicamente, y además firmarlo también para la próxima temporada….los responsables de esta animalada deben de dimitir, Cordero ya se fue, pero….Sr.Aguilar y Sr.Fermando López…por dignidad váyanse…….