La victoria ante el Mirandés se suma a las conseguidas frente a Elche, Levante y Granada, cuatro de los ocho primeros clasificados, además de los empates en Anduva, El Alcoraz y Los Cármenes
A este Real Zaragoza no se le puede entender con el termómetro de la lógica. Con un limite salarial lustroso y una plantilla suficiente para navegar por aguas templadas, nunca en un transatlántico de lujo, se ha puesto a luchar muy en serio por la salvación. Nada menos que por no caer a Primera RFEF, posibilidad que hasta el final del encuentro contra el Mirandés barajaba sin disimulo la aterrorizada afición. Venían los jabatos con los colmillos afilados, aspirando al puesto de ascenso directo mientras el conjunto aragonés saltaba al campo desplazado por el Eldense al infierno de la categoría. El gol de Jair tumbó al excelente equipo de Lisci y el triunfo se celebró como un título dentro del contexto de la importancia de esos puntos para la reanimación de un grupo mejorado en lo competitivo por Gabi Fernández pero muy pálido ante el peligro. Ha recuperado algo el color a la espera de la visita este sábado del Éibar, un rival en tierra de nadie, precisamente de los que más se le están atragantando esta temporada. En Ipurua perdió por 2-1 sin contar apenas con opciones de puntuar.
No hay sensatez alguna en su rendimiento, como tampoco lo ha habido en la gestión del curso por parte de los responsables que le han arrojado a este abismo del que intenta salir escarbando con uñas, dientes y todo el corazón posible para equilibrar su deficiencia de fútbol. Esos dientes de sierra le han cortado las venas en no pocos partidos por aciertos ajenos y muchos, muchos errores propios. Con tres victorias más, posiblemente le sea suficiente para abrochar la permanencia. Y en el calendario que le resta, aparecen Racing de Ferrol y Cartagena, ambos prácticamente desalojados de Segunda. No está el Real Zaragoza para ponerse fanfarrón y adjudicarse el papel de favorito frente a alguien, si bien ese par de fechas están subrayadas por el optimismo. En caso de algún imprevisto, no se puede descartar que saque algún tipo de botín donde mayor es la dificultad.
El Real Zaragoza ha sacado casi los mismos puntos (15) frente a los ocho primeros clasificados que ante los ocho últimos (17). Además del Mirandés, con el que empató en Anduva, ha doblegado a Elche (3-0 con derrota por 1-0 en el Martínez Valero), Levante (2-1) y Granada (2-1), con un 2-2 en Los Cármenes. No pudo en ninguno de los dos choques con Racing (2-3 y 2-0), Almería (1-2 y 4-1) y tampoco con el Real Oviedo en casa (2-3), mientras que igualó a un tanto con el Huesca en El Alcoraz. De este grupo de élite le queda al segunda cita con Levante y Oviedo a domicilio y los oscenses en La Romareda. Por el momento, contra todos ellos ha logrado el 38% de los puntos en juego, una cantidad que sin la trampa de utilizarse como aval de nada, indica que el Real Zaragoza, por lo menos, sale respondón muchas veces cuanto mayor es la dificultad.
