Un minuto eterno para Leo, 90 infinitos para ganar

El Real Zaragoza, que perdió el jueves a Beenhakker, uno de los grandes promotores de su leyenda futbolística, busca contra el Éibar el impulso de la tranquilidad

El mes de abril acaba de robar a Leo Beenhakker. Uno de los grandes promotores de la leyenda del Real Zaragoza, falleció el jueves. La historia guarda un recuerdo imborrable de aquel entrenador neerlandés que en los años ochenta se trajo en la mochila gran parte de los libros de la escuela del fútbol total del Ajax para aplicarlos en el club aragonés, donde reunió, junto al ojo clínico de Avelino Chaves, un racimo de jugadores sublimes como Salva, Morgado, Güerri, Señor, Barbas, Amarilla o Valdano. No fue un equipo arrollador, ni ganó títulos, ni tan siquiera se clasificó para Europa, pero la afición iba cada fin de semana a La Romareda como los niños en su primer día al parque de atracciones. No se negociaba otra táctica que el ataque, y no pocas veces las hinchadas rivales se rompían las manos para aplaudir a aquel equipo romántico cuya poesía no conseguía rimar en los desplazamientos en una época donde ser visitante era duramente castigado. Beenhakker impuso la estrategia de la libertad y la dictadura del talento. Para él, este maravilloso juego sólo tenía sentido como espectáculo. Su luz brilló más tarde con el Real Madrid de la Quinta del Buitre, y en Holanda como campeón con el Ajax y el Feyenoord, un doblete que ningún otro técnico ha logrado (Johan Cruyff lo hizo como jugador).

Este sábado, el Real Zaragoza guardará un minuto de silencio por Leo. Ese espacio para el respeto y el luto volará en las manecillas del reloj, pero se hará eterno ahora que el club es pura y dolorosa nostalgia en Segunda, una categoría por la que lucha para no perderla. La fiesta de cada encuentro consiste ahora en escapar de las garras de la vergüenza, y esta tarde el conjunto aragonés buscará su segundo triunfo en la liga para dar un impulso hacia la tranquilidad. Con Gabi Fernández, un primerizo en el profesionalismo de los banquillos que ha hecho entender al vestuario que esto es la guerra; con la calidad justa en la plantilla; con una afición cuyo espíritu es el único valor vigente de los días de gloria, un público que volverá a llenar el estadio como cuando la melena rebelde y flamígera de Beenhakker anunciaba una obra de arte. La victoria sobre el Mirandés ha esquivado por el momento la ruta de la tragedia. No es suficiente a ocho jornadas del final y con el peligro sobrevolando todavía el destino. Los tres puntos ante el Éibar son innegociables para no mirar de reojo a otros campos, para implicar aún más a otros equipos en la pelea y repartir angustias.

El Real Zaragoza de Gabi Fernández es cada vez más reconocible al margen de los nombres y de la estrategia. Poco balón y prohibidos los errores defensivos. El gol ya llegará como sucedió contra los jabatos. Parece un plan simple y no asegura el éxito. Sin embargo ya no hay tiempo para jugar en el jardín. Ahí están Arriaga y Guti para podar el centro del campo, y Jair y Vital para talar las pretensiones ofensivas del rival. Para esta cita de nuevo sobrecargada de adrenalina y nervios se esperan pocos cambios en el once. Vuelven Calero, pero Francho apunta a seguir de lateral con Clemente repitiendo en el otro costado, y un Moya que sí parece que estará en la medular, donde es muy probable que continúe Aketxe… 90 infinitos minutos por delante para correr por cada pelota con agresividad, decisión y constancia. Así es la vida de este sombrío Real Zaragoza en su lucha por la vida. Al menos que brinde a Beenhakker el espectáculo de otro encuentro humedecido por las lágrimas de la felicidad a plazos.

One comment on “Un minuto eterno para Leo, 90 infinitos para ganar

  • El Maño de Vilassar , Direct link to comment

    Grande Beenhakker. Esas temporadas los domingos en La Romareda eran como ir a las Ferias. Güerri, Señor, Beto Barbas y Herrera. ¡Qué centro del campo!…

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