‘Show Poussin’ para rescatar un punto

El portero recupera de su repertorio de errores un fallo descomunal que desmontó el plan del Real Zaragoza y marcó un espectacular gol en plancha en el minuto 93 para igualar el 0-2 de la primera parte (2-2)

Casi todo lo que sucedió en este empate del Real Zaragoza pasa por la figura de Gaetan Poussin, villano y héroe de un encuentro que los locales perdían 0-2 poco más allá de la media hora y que igualaron gracias a un gol en plancha del francés en el minuto 93. Este portero es un espectáculo de variedades. Cometió un error descomunal al despejar en corto un balón con las palmas de los guantes delante de un Bautista que no perdonó semejante pifia y se sumó al ataque en un córner sobre la bocina que finalizó como una avezado y decidido ariete. Traicionó su trabajo, condicionó el resto del encuentro para sufrimiento de sus compañeros y lo remendó en parte con ese tanto que no evita que los espíritus del descenso vuelvan a aletear por encima de la coronilla del equipo de Gabi Fernández. Así vive y digiere la penitencia por la salvación el Real Zaragoza, que esquivó la derrota pese a regresar a la gruta de los fallos individuales de la que Gabi intenta sacarlo. El punto se celebró a lo grande en La Romareda, de nuevo armada hasta los dientes para defender a los suyos pero que se congeló cuando el marcador sonreía de par en par a los guipuzcoanos.

En esa reacción tuvo algo que ver el desmantelamiento del plan inicial, que en esta ocasión se vio condicionado por el chiste de despeje de Poussin a un centro de Cristian y después por otro pase del lateral izquierdo que Bautista cazó en llegada sin oposición alguna. El 0-2 en el minuto 33 hizo que la táctica de la resistencia perdiera todo sentido. Gabi había repetido once con Francho de lateral derecho y Adu Ares y Aketxe en los costados de la medular. Contra el Mirandés costó entender esa triple decisión, pero la victoria pasó un paño por encima de las preguntas. Frente al Éibar, el capitán fue una flecha hacia arriba, sobre todo cuando el asunto reclamó la bravura, pero atrás anduvo más despistado a la hora de defender las dos asistencias de los tantos de los armeros. No es su sitio. Ares y Aketxe, muy desdibujados, fueron relevados en el descanso por Pau Sans y Liso, quienes demostraron, sobre todo el primero, que encajan de titulares muy por delante de los vizcaínos en cualquier programa sea conservador o audaz. Con todo patas arriba, Clemente también fue sacrificado para que entrara Tasende.

El encuentro se fue al terreno del Éibar, arropado por su jugosa ventaja. El conjunto vasco manejó la pelota con oficio y sin prisas, pero ya no regresó a la finca de Poussin. El tiempo se puso a correr y el Real Zaragoza, sólo corazón, también, despojado desde hace varias jornadas de la influencia de sus delanteros con Arriaga y Guti tirando del carro con más entusiasmo que acierto en el pase. Bazdar y Soberón, que fabricaron una magnífica jugada para acortar distancias sin que el cántabro encontrara puerta, pasaron desapercibidos por tercera jornada consecutiva, justo desde que el Real Zaragoza de Gabi los ha situado para aventuras en solitario muy improbables con retaguardias tan atentas. Con las puertas cerradas hacia Magunagoitia, en el minuto 72 Francho hizo aterrizar un centro desde la cal de su banda en el segundo palo de la meta del Éibar. No tuvo nada que ver con un pase al uso, sino con un obra de ingeniería perfecta para medir la fuerza del golpeo, la curva exacta de la pelota y la velocidad a la que aparecía Jair. El central puso la guinda a semejante maravilla con su segundo gol consecutivo.

Pau Sans había iniciado una fase de desbordamientos con alegría y profundidad, tan escasas en este grupo de mecanismos previsibles, y Toni Moya había tomado el testigo de Arriaga, que se fue lesionado y con la quinta tarjeta, por lo que no podrá estar contra el Levante. El Éibar se protegió con tres centrales y achicó aguas para conservar un triunfo casi regalado. El Real Zaragoza comenzó a beber de la fe de su afición y de la energía, y la fe de Sans encendió la mecha de la grada. Lejos ya de la idea y de la forma de un equipo pendiente de cuidarse de los errores que había cometido, empujó a los vascos a su área a base de un bombardeo que los visitantes resolvieron bien por arriba. Pero en un saque de esquina, de repente apareció Poussin en lo que parecía un acto de locura para rematar su faena. Lo que remató fue el balón a las redes de Magunagoitia, autor de un tanto frente al Oviedo en circunstancias similares, con una violencia brutal. El show de Gaetan se cerró con ese punto que sabe a mucho después de que en el primer número de la función, el portero sacara de la chistera el conejo de la derrota.

2 – Zaragoza: Poussin; Francho, Vital, Jair, Clemente (Tasende, m.46); Aketxe (Pau Sans, m.46), Raúl Guti, Arriaga (Toni Moya, m.65), Adu Ares (Liso, m.46); Bazdar y Soberón (Dani Gómez, m.79).

2 – Eibar: Magunagoitia; Cubero, Comas (Arambarri, m.65), Arbilla, Cristian; Alkain (Arrillaga, m.73), Sergio Alvarez, Nolaskoain, Matheus (Javi Martínez, m.73); Antonio Puertas (Chema Rodríguez, m.82) y Bautista (Jorge Pascual, m.82).

Goles: 0-1. M.30. Bautista; 0-2. M.33. Bautista; 1-2. M.72. Jair; 2-2. M.93. Poussin.

Árbitro: Guzmán Mansilla (Comité de Andalucía). Amonestó con tarjeta amarilla a Arriaga y Tasende, por los locales, y a Arbilla por los visitantes.

Incidencias: partido correspondiente a la jornada 35 de Liga de Segunda división disputado en el estadio de La Romareda de Zaragoza ante 21.181 espectadores. Se guardó un minuto de silencio en memoria de Leo Beenhakker, que fue entrenador del Real Zaragoza entre 1981 y 1984.

One comment on “‘Show Poussin’ para rescatar un punto

  • Félix , Direct link to comment

    El resultado ha sido una pena porque el rival es un equipo auténtico de segunda división. Pero en fin, nosotros parece que estamos también empecinados a serlo, o peor todavía. Lo del portero es de traca, pero es un tipo simpático que cae bien; al fin y al cabo es uno más como el resto. No tengo muy claro que en el gol de Bautista, cuando golpea el balón, no haya sido tocado ligeramente por un jugador del Zaragoza antes de ser rechazado por Poussin. En ese caso, rechazarlo cuando el balón hace un extraño es muy complicado. De todas formas, creo que ese primer gol ha afectado mucho al equipo, que no lo estaba haciendo mal, habida cuenta de que faltaban muchos minutos todavía. Creo que se podía haber ganado si algún jugador se hubiera implicado más. Que ganas tengo de que termine esta temporada. Hay que salvarse como sea.

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