El Real Zaragoza remonta en los minutos 88 y 97 con goles de Marí y Dani Gómez después de padecer un suplicio frente al colista y acaricia la salvación
En el día de los héroes de Paris, los héroes de la calamidad de Gabi Fernández consiguieron ganar al colista después de padecer un suplicio al que puso fin en los últimos minutos del partido con una remontada que firmaron un par de figurantes, Alberto Marí y Dani Gómez. Con esta victoria angustiosa de un equipo mortificado por el colista descendido hasta que se hundió en su área y en sus penurias, la salvación llama a la puerta de un Real Zaragoza que no pasará a la historia de las grandes tragedias futbolísticas pese a que haya flirteado con el siniestro total. El Cartagena, que vino a La Romareda en busca de dignidad camino de Primera RFEF, se puso dos veces por delante con una suficiencia extrema en la primera parte, con una falta de Nacho que se tragó toda la defensa para sorprender a Poussin y, después del inmediato empate de Guti, con otra intolerable falta de tensión colectiva que permitió que Pepín dibujara desde la frontal una parábola inalcanzable para el guardameta francés. El conjunto aragonés le puso corazón para sobreponerse, pero su endémica falta de calidad y de talento en la toma de decisiones finales estiró el encuentro hasta un ocaso donde dos cabezazos evitaron tener que pasara el domingo con la soga al cuello viendo la respuesta del Eldense.
La permanencia, aún pendiente de las matemáticas, ha sido un himno a la impotencia y la desesperación, a la ausencia absoluta de fútbol y de futbolistas que dieran para más. Los seis puntos contra Racing de Ferrol y Cartagena hay que valorarlos en su justa medida, que no es otra que mirar al monstruo con buenos ojos y encontrarle la belleza en su frágil humanidad. El Real Zaragoza acumuló ocasiones con el marcador quemándole el alma y las piernas, de esas oportunidades que se gestan desde la rabieta y las urgencias, con una considerable colección de disparos de media distancia que se colgaron en la azotea del estadio. Pau Sans y Adu Ares, muy activos y con ideas, fueron los únicos que le pusieron picante al disparate general, con Guti apareciendo por todas partes para marcar y para intentar poner algo de cordura en un centro del campo con muy poca materia gris. Gabi volvió a encomendarse a Aketxe frente a la ausencia de Arriaga, que se quedó en el banquillo por las molestias de rodilla que arrastraba, y trazó la estrategia con un solo delantero, Soberón. Aketxe ya ha demostrado que no le da ni para entrar en la convocatorias y, una vez más, se ganó las iras del respetable por una presencia testimonial que no aporta ni los lanzamientos bomba que le hicieron famoso.
La catástrofe íntegra, el 1-3, no llegó porque Poussin agarró un tiro a bocajarro de Vukcevic en una de las aisladas y tímidas contras de un Cartagena cada vez más agotado. Romo, el entrenador visitante, se puso gallo y metió a Ortuño como segundo punta junto al latoso Álex Millán. Quería el triunfo el entrenador del Efesé y tenía sus razones para envalentonarse porque el caos local, sumando llegadas al área y sus aledaños por aplastamiento y sin puntería, invitaba al arrojo si conseguían sus jugadores salir a campo abierto. El plan de Gabi, como casi siempre, se fue desmoronando y recurrió a cambiarlo todo para hallar sobre la marcha lo que no encuentra de principio.
Primero entró Arriaga por Moya, Dani Gómez por el indolente Aketxe, Liso por Tasende y Marí por un Pau Sans fundido por su constante atrevimiento. Todo al revés de lo que había previsto. El paso atrás del Cartagena, que se metió en la trinchera extenuado para defender su tesoro, animó las cabalgadas de Francho, que puso piernas y una asistencia de lujo por una banda completamente despejada. Una carambola permitió que Mari empatara el partido de cabeza y en plena estampida local, un centro del canterano lo cazó Dani Gómez con un frentazo perfecto. El éxtasis, la locura y Gabi Fernández resoplando consciente de que este Real Zaragoza se va a salvar de chiripa, sin que su influencia apenas se note. Con los héroes del Parque de los Príncipes en el palco, a 30 años luz del actual Real Zaragoza, estos ídolos de barro protagonizaron una hazaña frente al último. Esta es la grandeza que toca y se consiente.
Real Zaragoza 3: Poussin; Tasende (Liso, min.69); Jair, Lluís López, Francho; Guti, Aketxe (Dani Gómez, min.69), Toni Moya (Arriaga, min.57), Ares; Pau Sans (Marí, min.79) y Soberón.
Cartagena 2: Fuidias; Martín Aguirregabiria, Pedro Alcalá, Jorge More, Nacho Martínez (Vukcevic, min.79); Assane Ndiaye, Sergio Guerrero, El Jebari (Delmás, min.61), Pepín Machín (Andy, min.61); Dani Luna (Ortuño, min.70) y Álex Millán (Núñez, min.79).
Goles: 0-1. Min.4, Jair (pp); 1-1. Min.10, Raúl Guti; 1-2. Min.14, Pepín Machín; 2-2. Min.87, Marí; 3-2. Min.97, Dani Gómez.
Árbitro: José Antonio Sánchez Villalobos. Amonestó con cartulina amarilla a Ares, Guti, Dani Gómez y Poussin, por el Real Zaragoza, y a Dani Luna, Delmás y Nacho, por el Cartagena.
Incidencias: partido correspondiente a la jornada 39 de la Liga Hypermotion celebrado en el estadio de La Romareda ante 18.715 espectadores. Antes del comienzo del partido se ha rendido homenaje a los jugadores que conquistaron el 10 de mayo de 1995 la Recopa de Europa en París ante el Arsenal con el famoso ‘gol de Nayim’.
Resulta insufrible todo lo que rodea al Club menos la afición.
Una vez más asistimos a un relato de terror que terminó en final feliz.
La salvación con la ayuda del Málaga hoy en Elda puede situarnos en muy buena posición para eludir el descenso.
Se mereció ganar el partido a remolque de dos llegadas dos goles del Cartagena, eso marcó el resto del partido.
Sobresalientes, Guti, Francho y Ares.