El Real Zaragoza sigue con lacerante pulcritud el dictado del entrenador y del director deportivo de que los sucesos ocurran lo más tarde posible, así es el único equipo que no ha marcado en los primeros 60 minutos
Txema Indias y Gabi Fernández defienden la teoría de que el Real Zaragoza será un equipo competitivo si lleva los partidos en igualdad de condiciones lo más lejos posible, por supuesto con el marcador petrificado en su resultado inicial. Para conservar su portería virgen, en los cinco partidos que ha disputado se ha encargado de que ocurra lo menos posible en el campo, lo que no pasó en Anoeta contra la Real Sociedad y frente al Andorra en el Ibercaja Estadio. Los donostiarras marcaron el gol de la victoria en el minuto 35 tras aprovechar Ochieng un cataclismo defensivo y el equipo de Ibai Gómez abrió su cuenta en el 7 después de otro desplome de la zaga que sentenció Lautaro. En los tres encuentros posteriores, Castellón, Valladolid y Albacete, sí ha logrado irse al descanso celebrando su portería a cero, por lo general y con diferentes estrategias, bajo el mandato de pulverizar el fútbol asociativo de su rival para conducirle a un estado de histeria donde dar un golpe de gracia con sus discretas armas e intenciones ofensivas.
La argumentación, con este equipo y esta plantilla, no funciona en su globalidad. Es cierto que el equilibrio de fuerzas, la frescura física, el estudio del adversario y el respeto convierten las primeras partes en episodios más bien planos, con pocas o ninguna historia que recordar. En muchas ocasiones emparenta este deporte con el ajedrez y hay que esperar a que el tablero deje de ser un lugar seguro para que las fichas cobren vida y adquieran más protagonismo que con los rigores de la pizarra. El Real Zaragoza, sin embargo, ha hecho de su hermetismo su propia cárcel. Cautivo de los miedos y de la ineficacia de sus jugadores cuando consiguen escapar de la jaula táctica, ha tirado a la basura una hora en cada partido: es el único equipo de Segunda que no ha marcado en los primeros 60 minutos. En el 61 lo hizo Dani Gómez para adelantar al conjunto aragonés ante el Valladolid, que empataría en el 63 (1-1); en el 78 evitó el punta madrileño la derrota en Castellón (1-1) y en el 86 Bazdar se fabricó el 1-3 con el Andorra.
Tres tantos en 450 minutos más los alargues le tienen en la cola de la lista de goleadores de Segunda y con el peor porcentaje entre tiros y aciertos, el 3,6%. Y a la cabeza de los tardíos como se recoge en el gráfico adjunto que le señala incapaz incluso en la franja más productiva, del 45 al 60. En ese hora en blanco del Real Zaragoza, el Huesca ha firmado una diana, el segundo con registro más bajo en ese tramo temporal. El Racing, con ocho, es el mejor. Gabi Fernández ha probado con Dani Gómez y Bazdar solos arriba y con las parejas formadas por Dani Gómez-Soberón, Dani Gómez-Moyano y Dani Gómez-Kodro. Con cinco defensas y con cuatro. Con futbolistas en sus lugares naturales y fuera de ellos. El Real Zaragoza, por ahora, es la viva imagen del dictado del entrenador y de Indias, un equipo con un paraguas bajo el que no deja de mojarse mientras corre el reloj y el tren de las victorias pasa de largo.
Goles marcados por los equipos cada 15 minutos
