Una persona muy cercana solía comentarme cuando lo planeado no se había conseguido que, «lo imprevisto es lo mejor», aportando optimismo a la adversidad. Nunca estuve de acuerdo porque prefiero no alcanzar un objetivo por imposible, que por no haberlo preparado con inteligencia y compromiso. En el caso del Real Zaragoza la imprevisión llega a un nivel absolutamente incomprensible. Sin la presencia del Txema Indias explicando ante los medios de comunicación el cese de Gabi, con unas declaraciones de Fernando López efectuadas en su automóvil saliendo de la Ciudad Deportiva, es un desprecio absoluto a la afición el desarrollo de unos acontecimientos que no han podido salir peor. El fracaso es de un calibre extraordinario y da la impresión de que no pasa nada, que todos los problemas del Real Zaragoza se resolverán por sí mismos.
No definir el papel de Emilio Larraz en estos momentos y solamente expresar que es algo temporal, me parece una falta de respeto al profesional que asume una responsabilidad en la que nunca conseguirá el éxito: si gana el sábado y el lunes es fichado a bombo y platillo un entrenador de la cuerda del «amiguete» Indias habrá sido un parche; si la evolución en una, dos o tres jornadas no es positiva, se le cesará abandonando el club sin ser culpable de la continuidad del desastre. En caso de evolucionar positivamente, alguno se colgará las medallas destacando su confianza en los técnicos de los equipos inferiores del club. Y, por supuesto, no será renovado la temporada siguiente porque será necesario traer a un técnico que llame la atención en la prensa nacional y de la cuerda de los atléticos, más cerca de 2027.
Me da la impresión que se puede cerrar un ciclo histórico después del descenso con Manolo Jiménez en el banquillo y Fernando Molinos en la presidencia del club, con el abandono de un Agapito Iglesias que se marchó asegurándose el descalabro del Real Zaragoza. Último clasificado, con solamente nueve victorias y el escándalo que hasta 2019 persiguió al club por el supuesto amaño del partido Getafe – Real Zaragoza en 2011. Unos años terribles y desoladores para una institución que ha ido a peor con la Fundación Real Zaragoza 2032 y la conexión de las familias nobles con los nuevos inversores que solamente han hecho bien el contrato por 75 años de la Romareda, levantando el estadio desmontable y derribando el coliseo zaragozano en los plazos previstos.
Creo que la afición se merece conocer la verdad, si realmente les importa a la gente de Madrid y a los de aquí, algo más que los negocios urbanísticos. O solamente es un negocio al margen del zaragocismo que deberá expresarse, como ha hecho ya otras veces, en las gradas y en la calle.
Esto es puro negocio. Nada más.
Lo que no entiendo es cuando usted dice que, si se baja a 1rfef, las deudas desaparecerán. Me gustaría que alguien me lo explicara.
Eso sólo puede pasar si desaparece el club y se refunda en uno nuevo y (esto sí que se lo puedo explicar yo con pleno conocimiento de causa) ello explicaría por qué lo primero y único que han pagado fue la deuda con Hacienda: Para evitar que la sociedad nueva se la declare responsable solidario por sucesión en la actividad.
En fin, sigo pensando que aquí sólo están liquidando el club para llevarse el remanente. Un banquete de buitres.