La básica exposición de Rubén Sellés y los mustios argumentos de Txema Indias y Fernando López corroboran que el club se adentra aún más en la gruta del descenso con el nuevo técnico
La rueda de prensa de presentación de Rubén Sellés como nuevo entrenador del Real Zaragoza no ha tenido un pase, si acaso la confirmación de que el club se adentra aún más en la gruta del descenso. La básica exposición del técnico valenciano y los mustios y manidos argumentos expuestos por Fernando López y Txema Indias para aportar optimismo, convicción y firmeza en que la salvación es posible han congelado la esperanza ya de por sí fría de que el conjunto aragonés pueda revertir la gravísima situación actual. Se esperaba sin demasiado entusiasmo que Sellés aportara en su exposición algo más de lo que dice su disperso currículum, pero el valenciano se remitió a lo que tantas veces se ha escuchado en la sala después de 13 años de relevos traumáticos en el banquillo: «Me gusta competir mucho, ser organizados, verticales y agresivos. Quiero un equipo dominante con el balón pero que también sepa defenderse cuando toque sufrir». Nada nuevo. Sumó que en Inglaterra, donde más visible ha sido su trayectoria, se enfrentó a situaciones «con los mismos rasgos de otros equipos en los que he sido exitoso», y rescató de discursos de otros colegas sentenciados que «hay una plantilla bien compensada que puede competir contra cualquier rival», además de la necesaria reparación psicológica del grupo, por supuesto.
Dijo más cosas el señor Lobo, pero de mínima trascendencia u originalidad, salvo que tiene un ayudante, Toni Astorgano, de Almendralejo con raíces aragonesas que le ayudará a comprender mejor al Real Zaragoza. «Tengo la sensación de que este equipo es la manera correcta de continuar mi carrera ante un reto donde me muevo bien», contó sin olvidarse de un mensaje hacia la afición compartida por sus colegas de mesa. «Ahora necesitamos estar todo juntos dándole a la gente lo que pide. Sin ellos no podemos hacerlo». El director general y el deportivo fueron a la par, por un carril oxidado desde hace tiempo. Agradecieron sin excesiva pasión el trabajo de Gabi Fernández y de Emilio Larraz sin que Indias aclarara lo que tenían pensado hacer con el entrenador del filial si se llega a ganar a la Cultural, y se fundieron en el mensaje de que «Rubén va a ser la solución. Ahora vamos a acertar». «El día que pedimos 0-5, Rubén nos envío un mensaje de apoyo y se ofreció porque estaba seguro de que se podía salir de esto». ¿Lo ficharon por ese detalle por WhatsApp? Todo es posible en Cabo Cañaveral, donde los dueños del club, según el ejecutivo ex Ottawa, ponen todo de su parte para que con los restos de cada cohete que ha fracasado en sus despegues se pueda construir la nave definitiva hacia la conquista del espacio.
«La única forma de salir es estando unidos. La división sólo nos llevará a seguir sufriendo. Decirles que confíen». López quiso suavizar la atmósfera tan cargada que se respira entre unos seguidores que organizan manifestaciones para demostrar su indignación. Como juez de paz no haría carrera. También el prestigio de Indias está muy tocado por incapacidad propia o por negativa del centro de control del Metropolitano. «No somos la peor plantilla de la categoría aunque ahora seamos el peor equipo en la clasificación». Confesó que lleva días sin dormir y que «Rubén es uno de los nombres que puse encima de la mesa». ¿Antes o después de recibir el WhatsApp? Houston, tenemos tres problemas. Hasta el próximo lanzamiento, que serán cuatro con alguien que se ofrezca de astronauta por Linkedin.