Rubén Sellés introduce tan sólo dos cambios en referencia al partido de la jornada anterior con el Deportivo. Las bajas por problemas físicos de Cuenca y Valery son cubiertas con Pau Sans y Sebas Moyano. Ni un solo cambio más en una alineación en la que repite el juvenil Alejandro Gomes de central junto a Insua y un centro del campo cuyo núcleo vuelve a estar formado por Francho, Moya y Guti, este más cerca de Soberón como único punta. Aguirregabiria sigue en su puesto de guardia como lateral derecho y Pomares, en la izquierda. La portería es de Adrián.
El encuentro tiene explosivos dentro. El Real Zaragoza, hundido en la tabla, necesita empezar a ganar de inmediato, y el Granada, penúltimo, tiene a Pacheta subiendo las escaleras del cadalso. Al equipo aragonés sólo le sirven los tres puntos no para salir de la cola del pelotón, sino para confiar en que su hazana por conseguir la permanencia no es una utopía. Necesita sumar la segunda victoria del curso, marcar, defender, ser aplicado en todas las facetas de un fútbol que con Sellés le llega para media mitad como mucho. Mantiene un orden y un esfuerzo sobre la pizarra táctica, pero sus rivales le encuentran al final las cosquillas.
Su misión ‘imposible’ no va a pasar por la fortuna ni por un crecimiento progresivo en el tiempo, sino por resultados inmediatos y mantenidos hasta final del curso para alcanzar 50 puntos cuando tiene seis después de una docena de jornadas. Es decir que la mejora se conjuga en presente si es que el vestuario dispone realmente de argumentos para ello. Las bajas por lesión, de nuevo plaga, y de sanción, Akouokou en el cumplimiento de su último partido de castigo, no le pueden servir de excusa. Son tales la urgencia y la dificultad que le han abandonado hasta las justificaciones.
El Granada, con cinco puntos más y sólo un escalón por encima, tampoco está para muchas alegrías y coincide con los aragoneses en sus problemas con el gol. Viene de tres empates a cero y de una derrota por la mínima en Valladolid, en cualquier caso mejores cifras que las cinco derrotas consecutivas del Real Zaragoza en las que ha firmado dos tantos, ambos en Almería (4-2). El control de la ansiedad será clave para el conjunto de Sellés, que cada fin de semana camina por un alambre electrificado sobre dos abismos, uno por debajo deshabitado y por otro por encima con el Granada como referencia más cercana y 9 puntos de distancia con el último pasaje que da la permanencia que marca el Huesca.
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La alineación del Granada
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Ocurrirá lo habitual. Partido de contención con el rival a la espera de las inevitables perdidas de balón en defensa y centro del campo que aprovechará el contrario, y ya con marcador en contra, desorden atacante sin fruto y fin del partido.
Ojalá y me equivoque por una vez.