Andrada, Aguirregabiria, Insua, Radovanovic, Pomares, Keidi Bare, Guti, Francho, Valery, Soberón y Kodro. Rubén Sellés repite alineación por tercera vez esta temporada, Comenzó con este once en su primera victoria contra el Huesca, incidió el fin de semana anterior ante el Leganés y hoy apuesta por estos mismos jugadores que le han dado la respuesta competitiva que tanto buscaba. Lo ha hecho con un buen puñado de futbolistas que apenas contaban antes de esa eclosión de buenos resultados, tres victorias consecutivas que no han sacado al Real Zaragoza de la última plaza pero que han impulsado que lo pueda lograr si gana por cuarta vez en La Rosaleda. Dejar ese puesto maldito tendría un significado simbólico porque aún seguiría en zona de descenso, pero supondría la reconfirmación de que su lucha por la permanencia ha pasado del imposible a algo cercano y real, un logro que sin duda lleva el sello de un entrenador que ha hallado soluciones tácticas sencillas pero eficaces, que ha convertido una plantilla con evidentes lagunas estructurales en un bloque apto para discutir los partidos.
Desde la quinta jornada lleva el conjunto aragonés entre los cuatro últimos, y desde la novena como farolillo rojo, una travesía muy dura que por momentos anunciaba un hundimiento irremediable. Pese a su mejora incluso futbolística, todavía continúa si ya no anclado si en mitad de un mar el hielo, y necesita el triunfo como un estímulo cuantitativo y cualitativo y como elemento de aproximación a otros clubes a los que amenazaría seriamente. El encuentro, como todos los que va superando y los que le esperan, va suponer un ejercicio mayúsculo de esfuerzo, compromiso, disciplina y concentración, calidades naturales a las que ha recurrido Sellés ante la falta de un talento individual determinante. También ha dotado de ambición el técnico a este grupo en absoluto sobrado de fuerzas, siempre pendiente de una imprevisible respuesta física. Adrián, Juan Sebastian, Tasende, Tachi, Ale Gomes, Toni Moya, Paul Akouokou, Hugo Pinilla, Sebas Moyano, Cuenca, Dani Gómez y Sinan Bakis están en el banquillo para la ronda de cambios, cada día más trascendente en el fútbol actual y en un Real Zaragoza que acude a ellos muchas veces con emergencia.
El Málaga, que también cambio de entrenador para corregir su rumbo, lo ha conseguido en parte con Funes, relevo de Pellicer. Ha sumado cuatro puntos de seis posibles en sus dos últimos partidos y fundamenta esta estabilidad de media tabla como lo hacía antes, en su fortaleza en casa. Sólo ha perdido contra el Cádiz en La Rosaleda, donde destaca por su capacidad goleadora, la tercera mejor como local con 16 tantos, y una estimable conducta defensiva. Aun así, a ese aparente equilibrio, su mala respuesta de visitante le tiene muy cerca del peligro, tanto que de perder este lunes el Real Zaragoza se le pondría a un punto de distancia dentro de un nutrido pelotón de equipos en problemas.
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La alineación del Málaga
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