Los dos equipos, históricamente, son de Primera. El Real Zaragoza, 9º, por encima del Real Valladolid, 13º. El siglo XXI, sin embargo, les ha sentado fatal. El Pucela ha vivido en este periodo 10 temporadas en Segunda, mientras que el conjunto aragonés lo ha hecho en 11, nueve de ellas consecutivas. Hoy, cada uno con su penitencia particular (Pacheta con 33 jugadores en plantilla, ni un solo fichaje y sin saber si su goleador Marcos André juega con él o en Mestalla y JIM sin Cristian y un puzzle desmontado aún), se enfrentan buscando la primera victoria del curso. Aun así, la distancia teórica entre ambos es abismal aunque en la práctica, sobre el campo, entrarán en colisión en una categoría que pocas veces distingue de clases sociales.
El Real Zaragoza se enfrenta a un rival recién descendido y que mantiene prácticamente el mismo bloque. La principal diferencia, la más llamativa, reside en la cantidad de jugadores con experiencia en Primera con que cuenta el Real Valladolid. Tomando como referencia su última alineación en Las Palmas, todos tienen un pretérito en la élite, la mayoría, eso sí, en el conjunto blanquivioleta. El exzaragocista Roberto, con 35 años, ha pasado por Benfica, Olympiacos, Espanyol, Málaga, Espanyol, West Ham y Alavés mientras Roque Mesa ha servido en Las Palmas, Swansea, Sevilla y Leganés. Su amplio fondo de armario también descubre a un buen puñado de jugadores que han dejado su huella en en la planta más alta del fútbol español.
En el once que presentará Juan Ignacio Martínez en el Nuevo José Zorilla, Fran Gámez puede presumir de una temporada en el Mallorca y Bermejo de un partido con el Celta. Álvaro Giméz y, por supuesto Zapater como abanderado por encima del grueso de sus compañeros, tiene un currículum en Primera. El delantero con el Mallorca, el Elche y el Cádiz, y el aragonés con el propio Real Zaragoza anterior al apocalipsis, el Genoa, el Sporting de Portugal y el Lokomotiv de Moscú. Petrovic, Adrián y Borja Sainz también han hecho cumbre, como el lesionado Vigaray o un Javi Ros con quien ya no cuenta el club aragonés.
La sensación es que el Real Zaragoza saldrá con honda y todas las de perder para derribar a este gigante. La realidad puede ser otra bien distinta porque es cierto que juega contra un rival con esencia de Primera, pero en una galaxia gris donde cualquiera puede estrellarse.
El Valladolid tuvo auténtica mala suerte el año pasado, no debió de haber bajado. Tenía, para mi gusto, un gran entrenador (Sergio), pero lo ha reemplazado por otro muy bueno. Creo que es un firme candidato al ascenso, pero esto es fútbol…