Real Zaragoza y Huesca, posesión diabólica

Son los dos equipos con más posesión de media por partido de Segunda División y, sin embargo, la pelota no hace la felicidad. El Huesca se eleva a un 60,5% de gobierno de los encuentros y el Real Zaragoza mantiene el balón en su poder en un 58.8%. El equipo de Ambriz solo ha compartido en una ocasión la administración del juego, el 50%, y fue contra la Real Sociedad B en su última victoria, mientras que el de Juan Ignacio Martínez ha ido superior a sus adversarios en todos los partidos en esta faceta. Dueños y señores de los partidos pero no de los marcadores, lo que no deja de ser una paradoja y una realidad que demuestra que ambos conjuntos, por decisión propia y de los rivales, no saben traducir por lo general esa autoridad en éxitos. Los altoaragoneses han perdido cuatro encuentros, cifra solo superada por Alcorcón y Cartagena, y los banquillos únicamente han ganado un partido. al colista Alcorcón. El lunes se enfrentan así para romper semejante jerarquía sin garantía alguna de que quien tenga el esférico más tiempo obtenga el premio del triunfo. Es más, aun manteniendo la supremacía podría darse el caso de que la crisis y sus consecuencias se posaran sobre uno de los dos clubes. Si vence el Huesca, el Real Zaragoza se clavará a la zona de descenso. Si es al revés, los azulgrana, con un presupuesto muy superior, se verán superados por el cuadro zaragocista acrecentando sus dudas. El empate dejaría un poso de frustración, mayor en el estadio de La Romareda.

No es sencillo entender el porqué de esta contradicción, aunque existen detalles para comprenderla. Las genéticas de las plantillas, con futbolistas que tiene la pelota como mejor herramienta de expresión, es una de las causas. El estilo impuesto por sus entrenadores es otro elemento a tener en cuenta. No es menos importante y en muchas ocasiones resulta fundamental la respuesta de equipos que se desenvuelven mejor sin balón y trabajan para ello. El propio discurrir de los partidos marca la renuncia de quien va por delante en el resultado y obliga al otro a asumir mucho mayor protagonismo. La tabla de posesión no se corresponde en casi ningún caso con el puesto que se ocupa en la clasificación tradicional. En el caso del Real Zaragoza, el hecho de que haya ido en seis jornadas a remolque tras encajar primero un gol le ha obligado a asumir un rol pujante para al menos para salvar un punto en tres oportunidades (Fuenlabrada, Real Sociedad B y Lugo) o sumar los tres como sucedió en Santo Domingo. Frente al Real Oviedo tuvo el dominio más elevado de la temporada, el 64%, pero claramente inducido por la propuesta conservadora de los asturianos, que lograron de esa forma minimizar al máximo el torrente de ocasiones que generan los zaragocistas.

El Huesca sometió como nunca el Real Oviedo (72%) porque le forzó desde el tanto de Borja Bastón a un guión incómodo. Aunque empató Escriche, Obeng firmó una segunda diana al contragolpe. En Las Palmas la exigencia se dobló al adelantarse los canarios por 2-0 cuando no se había cumplido el cuarto de hora, pero sólo les dio para acortar distancias. La influencia del resultado durante el transcurso de los encuentros es capital. Los azulgrana pusieron proa hacia el triunfo ante el Eibar y en la segunda parte cedieron la posesión a los armeros. Solo otra vez ocurrió algo similar: una diana de Pitta hizo que el Huesca se replegara tras el descanso ante la Real Sociedad B, que dispuso de más balón pare recibir otro tanto del paraguayo en la recta final. Ganar suele invitar a dar un paso atrás.

Esa posesión hasta ahora diabólica, una hegemonía que no se refleja en un superioridad manifiesta en los marcadores, se verá las caras con la incógnita de descubrir quién tomará la iniciativa de arranque. Por historial, la lucha por la pelota parece un objetivo compartido, pero es muy posible que el Real Zaragoza, pese a sus necesidades, ceda los honores al Huesca. ¿Por qué? Porque sabe vivir mejor al límite como demuestra su capacidad de reacción y porque los oscenses no lo han hecho nunca (salvo en Lugo durante algunos minutos). Adelantarse, en teoría, beneficiaría bastante más al equipo de JIM porque, además, dispone de una defensa más segura. Pero claro, tiene que marcar, una maldición que lleva cosida a sus dos últimas temporadas. Los reyes del balón en tronos inseguros.

Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *