Un mal equipo sobredimensionado

Como no pierde, se rebela contra la adversidad y los rivales hacen lo justo, todavía hay focos de resistencia, entre ellos el de JIM, que defienden que este Real Zaragoza es mucho mejor de lo que parece y que merecería, con un poco de suerte rematadora, estar en la parte alta de la clasificación. Uno de los grandes argumentos si no el principal para hacerse fuerte en la confianza de que hay suficiente material en la plantilla para revertir la situación es que los adversarios nunca han sido superiores. Si fuera así, que no lo es porque al menos Valladolid y Lugo sí que estuvieron un par de escalones por encima y el Ibiza controló el partido a su antojo, la dimensión del problema que se intenta minimizar es mucho mayor. Porque cuando sólo ganas un encuentro de once ante conjuntos que, supuestamente, deberías haber derrotado, «algo estás haciendo mal», como dijo el entrenador alicantino. Algo no, la mayoría de las cosas. El Real Zaragoza es un mal equipo sobredimensionado no por las ocasiones de gol que materializa, sino por las que falla. En la penitencia de esa paradoja, de esa torrente de errores en ataque parece que se encuentra la clave de un reajuste para despegar hacia lugares más cálidos y prometedores de la clasificación: en cuanto los chicos enboquen la pelota en la portería, esto va a ser coser y cantar. Hay tanta necesidad de creer que la fe termina por cegar.

El desbarajuste es tal que en cada cita frustrada por falta de triunfos se buscan héros menores. Contra la Ponferradina, Vada fue el elegido después de 70 minutos vagabundeando por el campo. Y ahora, si juega en la posición más adecuada a sus prestaciones –¿cuál es?–, podría liderar la avanzadilla ofensiva. Al principio, Fran Gámez resulto el MVP de los fichajes de verano, trofeo que han ido recogiendo Eguaras por sus magníficos números; Zapater por su par de asistencias; Francho por su gran despliegue; Borja Sainz por un rato en Lugo; Álvaro Gimenez por 45 minutos ante el Huesca; Azón por su lucha y constancia cuando se lo permiten; Chavarría por lo que corre por la banda; Narváez por fallarlo todo y marcar lo imposibe; Nano Mesa por partirse la cara y rematar fuera lo que debería ir dentro… Bermejo, Petrovic, Adrián, Igbekeme, Lluís López o Nieto ni han pisado esa alfombra roja extendida por los espejismos. Cristian, Jair y Francés son los únicos que muestran una regularidad sostenida. Muy poco para un equipo que pretende metas ambiciosas. En Girona nadie sabe a ciencia cierta quién destacará en esa pasarela sin victorias, en el primer partido si no oficial sí oficioso para ir trabajando la permanencia muy en serio.

La conclusión es que juegas todos los partidos para derecho ganarlo y sin embargo los empatas. La verdad es otra bien distinta: igualas porque eres incapaz de vencer. Y dentro del catálogo de tus limitaciones, luces un gravísimo déficit en la retaguardia como concepto colectivo, mucho más que el de la falta de puntería. Menos en las tablas sin goles, todos los contricantes te han marcado primero y no de cualquier forma. En los tantos encajados ante Alcorcón, Fuenlabrada, Real Sociedad B, Lugo Málaga y Ponferradina, el sistema de seguridad salta por los aires por una escandalosa distensión defensiva, fallos tran graves o más que los que cometen los delanteros. Por si fuera poco, en los últimos encuentros su fútbol portagonista va perdiendo pujanza y fuelle. Del once de la temporada pasada al habitual de la actual hay cuatro cambios sustanciales, Gámez, Chavarría, Álvaro Giménez y Nano Mesa, que no marcan diferencia alguna sobre los que han tomado el relevo.

El Real Zaragoza va a visitar Montilivi para no caer de nuevo en desceno contra un equipo que en estos momentos es un rival directo por la continuidad en Segunda. ¿Queda mucho tiempo para ver la botella media llena? El mismo que para entender que el equipo de un JIM, quien se ha empeñado en apuntar a una gloria ficticia, es una ejército de medianías porque así lo ha querido la propiedad y así lo han consentido el técnico y el director deportivo. El tiempo que debería invertir en hacerse fuerte con sus debilidades y competir para ganar algo de vez en cuando.

02 comments on “Un mal equipo sobredimensionado

  • Carallo maño , Direct link to comment

    No pidamos peras al olmo. Estamos, por presupuesto económico y plantilla, para luchar por la permanencia y se acabó, porque no hay más cera de la que arde. Así que dejen de contarnos milongas con los puestos de arriba y la pomada, porque eso no se lo cree ni el que asó la manteca…..

  • La peña , Direct link to comment

    No estoy de acuerdo con el artículo que escribe Alfonso Hdez cuando dice que tenemos un ejército de medianías porque así lo ha querido la propiedad…… Creo que los motivos principales son sobretodo de índole económico y por ello se han tenido que fichar medianías en vez de los que se quería fichar y no se pudo por falta de dinero. Estoy de acuerdo con el maño carallo de que tendremos que luchar por salvar la categoría.

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