El Real Zaragoza necesita recuperar la mejor versión posible de sus jugadores y de su entrenador para las 15 jornadas que le restan hasta el final del campeonato. Prácticamente a todos con excepción de Francés, que sigue su particular travesía en primera clase con alguna turbulencia como el gol en contra que se repartió con Cristian en Almería. El resto, con intervalos de sol y nubes de Francho, está rindiendo muy por debajo de sus ya de por sí limitadas prestaciones. Incluso el portero argentino, quien se ha dejado ver con intervenciones de mérito aunque lejos de su monumental influencia en otros tiempos, muy anclado en algunos balones aéreos cruzados sobre el área pequeña. Las ocho jornadas consecutivas sin ganar aglutinan un grave descenso grupal e individual, con el acento siempre puesto en la inoperancia ofensiva. La crisis de los delanteros, personalizada en un Narváez tibio y en una legión de delanteros sin olfato a la espera de que Sabin Merino venga con algo de pólvora, se ha contagiado en defensa: 12 goles en contra en este periodo le han hecho descender en el montacargas de puestos próximos al playoff a la lucha, ya definitiva, por la permanencia. Su resistencia, virtud que le permitía seguir con cierta seguridad por el alambre, se ha desmoronado.
De esa docena de tantos, la mayoría han llegado por repliegues desordenados, trufados de una complacencia letal por tierra y aire. El peor de los síntomas es que la mejor pareja de centrales de la categoría ha roto un eslabón esencial en la cadena de producción. En especial la evaporación de Jair Amador, que en todos los golpes recibidos destaca por ausencias de tensión, contundencia, concentración y dominio del juego aéreo, precisamente por lo que destacaba y por lo que sintonizaba con un Francés con lecturas defensivas enfocadas en una dirección más creativa. ¿Dónde se ha ido el portugués? Dotado para simplificar sus intervenciones con rotundos despejes o desplazamientos en largo, con un alto nivel de atención y potencia, en estos ocho encuentros se le localiza moroso en la vuelta, contemplativo mientras el rival arma los disparos cerca del área y vulnerable por arriba sobre todo en los remates enemigos. Teniendo en cuenta la jerarquía que exhibía, ahora mismo es una sombra congelada de sí mismo.
Hay pruebas. Empezando por el final, el fuera de juego que tira en campo contrario ante el Leganés y que finaliza con el gol de Arnáiz después de recorrer 55 metros en solitario certifica el empobrecimiento de un Jair fuera de sitio desde hace tiempo. En Ibiza, convierte un despeje de cabeza fuera de zona en una asistencia para que Sergio Camello, quien se encuentra por el camino la estatua de sal de Lluís López, establezca el empate. Cuando Antoñín adelanta al Málaga tras robar la cartera a Petrovic y de nuevo a un Lluís López clavado dentro de la garita en la cobertura que nunca fue, el central está desplazado en el lateral izquierdo y trota con poco entusiasmo hacia su lugar de responsabilidad. Se queda petrificado en la diana de Marqués de cabeza, superado en el primer palo, y en la acción del segundo gol del Mirandés, ni siquiera se activa para atacar el centro de Sergio Carreira ya dentro del área, de nuevo para la frente de Marqués. Dentro del encuadre de la escena de Elady llegando, pensando y disparando de puntera a la escuadra de Cristian, Jair actúa de figurante en todo momento, reculando como hipnotizado hasta que el delantero del Tenerife decide explotar ese magnífico pasillo concedido por el portugués. En el mismo partido, en el 0-2 de Mollejo, el defensa está en el primer palo esperando el paso de las palomas. El 3-0 de Almería tuvo protagonismo secundario en el error a la par de Francés y Cristian por un repliegue tardío que intentar reparar sin éxito Francho. Pero para el segundo y el tercero no tiene coartadas: primero le burla un Ramazani a toda máquina con un delicado taconazo que deja a Pozo solo ante el meta argentino y después, en un blando intento de anticipación, colabora con Samu Costa y Ramazani en el marcador final.
No es el único culpable de la depresión pese a su manifiesto bajón. No obstante conviene su recuperación lo antes posible por el bien de un equipo que además no tiene sustituto para el central. Lluís López está a años luz de su compañero y no mezcla bien con Francés. La decisión de no acudir al mercado de invierno para cubrir la salida de Clemente puede resultar cara, porque Nieto jamás es una opción con fundamento en ese puesto. Jair, Francés y Lluís López están apercibidos de sanción con cuatro tarjetas cada uno… Nada más, señoría.
Almería-Real Zaragoza (3-0)
Real Zaragoza-Tenerife (0-2)
Mirandés Real Zaragoza (2-0)
Ibiza-Real Zaragoza (2-2)
Real Zaragoza-Málaga (1-1)
Leganés-Real Zaragoza (2-1)