Los resultados de las pruebas médicas a a las que fue sometido Jaume Grau la noche del pasado viernes en el Hospital Clínico Lorenzo Blesa, donde estuvo en observación hasta la mañana del sábado, y que detectaron una taquicardia de origen supraventricular en el jugador, se encuentran ya en manos del equipo de cardiología que se encargará de valorar qué tipo de protocolo se aplicará al futbolista. El centrocampista, que se halla descansando en su domicilio, se encuentra en estos momentos asintomático y de baja indefinida a la espera de otra batería de pruebas que determinen con exactitud el origen y la etiología de esa alteración del ritmo cardiaco que se le produjo durante la segunda mitad del partido frente al Fuenlabrada y que le obligó a ser sustituido en el minuto 67 por Puche.
Según ha podido saber Príncipes de Paris, un primer estudio de los electrocardiogramas que localizaron el problema indican que el futbolista deberá abandonar la actividad por lo que resta de temporada, perdiéndose de esta forma las once jornadas que restan en la recta final del campeonato. Los cardíologos que comenzarán a tratarle a partir de este lunes consideran asimismo que Jaume Grau, después de valorar qué procedimiento seguir y la medicación que aplicarán el deportista, volverá a la actividad sin mayores problemas si todo transcurre con normalidad.
El Real Zaragoza ya se enfrentó no hace mucho, en 2019, a un caso de taquicardía (ventricular) en uno de los miembros de su plantilla, aunque en un contexto de más gravedad. El ghanés Raphael Dwamena estaba cedido por el Levante y en octubre de ese mismo año, tras sufrir episodios de arritmia en dos partidos, se le informó de que debía parar. Tuvo que ser intervenido por el equipo médico de la Unidad de Arritmias del Hospital Universitario Miguel Servet, coordinado por el doctor Antonio Asso. En el quirófano se le instaló un DAI, el mismo que lleva el internacional danés Christian Eriksen, en este caso ‘convencional’ y el consejo médico fue que abandonara el fútbol, algo que descartó en principio para recalar en el Vejle danés, donde comprobaron que los valores de su corazón no eran adecuados. Posteriormente, Dwamena se vio forzado a seguir las recomendaciones médicas cuando cayó desplomado en el banquillo de su equipo, el BW Linz de la Segunda división austriaca, que le rescindió el contrato.
El mediocentro valenciano de 24 años, fichado en el mercado de invierno procedente de Osasuna para lo que resta de la actual temporada y tres campañas más, se había ganado la titularidad en los tres últimos encuentros, en los que además ha marcado sus dos primeros goles con profesional. El Real Zaragoza no deberá pagar cantidad alguna en concepto de traspaso, pero se incluyó una cláusula por la que deberá desembolsar 500.000 euros en caso de que asciende a Primera mientras dure la relación contractual y el futbolista dispute el 50% de los partidos en que esté disponible. Osasuna ser reservó un 25% de la plusvalía de una futura venta.
Serio problema en el centro del campo
El club tendrá ahora que valorar si da de baja federativa a Grau para fichar otro jugador en su posición, que podría ejecutar si el período de convalecencia es superior a cinco meses y la nueva adquisición procede de la liga española. Esa solicitud para una autorización excepcional deberá producirse un mes siguiente a la fecha de de haberse comunicado el problema físico de Grau. El Real Zaragoza, si se confirman esos cinco meses de ausencia del valenciano, tiene ahora mismo un serio problema en el centro del campo en cuanto a cantidad de efectivos, teniendo en cuenta además la baja de Francho Serrano como mínimo para un par de partidos por una una lesión muscular en el bíceps femoral de la pierna izquierda. En esa zona especialmente táctica quedarían sólo Petrovic y Zapater, recién recuperado de una lesión.