El pasado viernes, Pep Chavarría sirvió dos pases que acabaron en los goles de la remontada contra el Fuenlabrada. Sus balones buscaron y hallaron la cabeza de Álvaro Giménez como estación intermedia a los remates de Iván Azón y Puche. Entre las asistencias del ilicitano y el festejo de los tantos por la procedencia de sus autores, la cantera, el mérito del lateral en ambas acciones quedó al final de los créditos de la victoria. El defensa, sin embargo, certificó una vez más su importancia en el Real Zaragoza, donde desde su posición en un buen puñado de ocasiones aparece en el centro de operaciones de las jugadas. No es casual porque además de atravesar por el mejor momento, la presencia del de Olot durante las dos temporadas que lleva en el equipo es una de las más altas de plantilla. El curso pasado fue el segundo jugador de campo más utilizado después de Juanjo Narváez. Durante esta campaña, sólo Jair Amador le supera en minutos disputados.
Su peso en el conjunto aragonés es mucho más del que parece. Si no hubiese sido por el pulso que mantuvo con Carlos Nieto durante su primera experiencia en La Romareda, Chavarría sería el futbolista, después de Cristian, con más minutos en la suma de este par de cursos. Con el aragonés mantuvo, promovido por los entrenadores, una gran competencia que en varios encuentros les hizo coincidir en la alineación formando un doble lateral. Sin embargo, Juan Ignacio Martínez se decantó por el canterano en la recta final del campeonato al considerar que tenía un mayor rigor defensivo. El catalán venía de ocupar todo el carril del Olot, con una espíritu básicamente ofensivo que le hacía abandonar sus deberes principales.
En el Real Zaragoza se siguió dejando llevar por el ímpetu de un extremo con repliegues más que cuestionables hasta que JIM le ajustó las tuercas. Aún así, tras una mejora considerable de sus prestaciones defensivas, se lanza a tumba abierta en cuanto hay una puerta abierta, aunque ahora administrando con más prudencia sus subidas. Ante el Fuenla tuvo una actuación sobresaliente, no sólo por esas dos preasistencias. «Venía del Olot de jugar de carrilero y el año pasado actué ya más de lateral. Es cierto que ha subido mucho mi nivel defensivo y me voy arriba cuando me sale . Sé que mi primera responsabilidad es defender», razona el lateral. «»Me siento bien desde el principio de temporada. Se me está dando mucha confianza y lo estoy devolviendo. Hay buena relación en el equipo y así todo es más fácil». Dos centros y dos goles. «Me siento muy feliz de ayudar al equipo. Al final todos debemos aportar en todas las facetas del juego». El Real Zaragoza ya no sólo amaga con pegar, sino que sacude dos veces por partido. «Los goles tenían que llegar por la manera que planteamos los partidos. Somos un equipo ofensivo. Me alegro por los delanteros por el gran trabajo que hacen incluso cuando no marcan».
Siguiendo la línea editorial de los últimos tiempos pese a la tacada de cuatro victorias consecutivas, el defensa comenta que la mentalidad del grupo no varía en cuanto a planteamiento de futuro. Y en ese horizonte aparece el Cartagena. «Estamos focalizados solo en jugar ante el Cartagena. Luego ya veremos lo que pasa. Los resultados vendrán y luego veremos si miramos hacia arriba». Seguir con la racha, según el futbolista, no es sencillo. «En Segunda ya es muy complicado sumar dos triunfos, no te digo ya cinco. Sería algo increíble». Del susto a la tranquilidad. Ni encuentra Chavarría similitudes con los malos tragos de la temporada pasada y la actual. «Estábamos convencidos de que saldríamos adelante. Los 11 empate seguidos demostraban que la estructura del equipo es sólida. El fútbol ha sido justo con ese convencimiento que tenemos en nuestro trabajo». También elogia el papel de la afición en todo el trayecto. «Les necesitamos. Cuando entramos al campo lo hacemos con la energía de una afición de Primera. No podéis imaginar lo que sentimos».
