Valentín Vada, el trashumante sin patria

El boquete que se ha formado en el núcleo centro del campo sin Petrovic, Grau y Francho obligará a Juan Ignacio Martínez a improvisar en esa parcela para el encuentro frente al Amorebieta. De la primera plantilla sólo le queda sano Alberto Zapater para cumplir con esas funciones, al que ya recurrió en Cartagena pese a que el capitán careciera del ritmo adecuado para la titularidad tras dos meses en el dique seco por un esguince de rodilla. En esta tesitura de máxima necesidad, con el problema añadido de la lesión de Narváez, Valentín Vada tendría casi todas las puertas abiertas para el once, pero Juan Ignacio Martínez no lo consideró en Cartagonova y es muy probable que tampoco lo haga en esta cita frente al equipo vizcaíno. En el caso de que el entrenador se decidiera por el argentino, que firmó libre del Almería por dos temporadas tras rescindir su contrato hasta el 2024 con el club andaluz, sería su último tren, al menos con el técnico alicantino a los mandos de la locomotora.

El enigma de Vada no es tal. Se despidió de la Ligue 1 tras tres cursos en el Girondis y una cesión al Saint-Étienne con un aura de joven promesa y en su primera experiencia en los Juegos del Mediterráno tuvo jerarquía junto a Petrovic en el equipo que disputó el playoff de ascenso para caer en la primera eliminatoria frente al Girona. Desde entonces su tenue luz se ha ido apagando progresivamente. Ese mismo verano fue apartado y se entrenó al margen hasta encontrar destino a préstamo en el Tenerife. De regreso a Almería, de nuevo se le dejó fuera en la pretemporada hasta que Miguel Torrecilla le abrió las puertas de un Real Zaragoza donde ha fondeado en la suplencia después de una centelleante respuesta como revulsivo desde el banquillo, con cuatro goles que aún hoy en día le hacen aparecer como el segundo máximo realizado del conjunto aragonés junto a Iván Azón.

¿Pero de qué juega y a qué juega Vada? Dotado técnicamente para cualquier del eje creativo, su trashumancia por todas las posiciones, desde el mediocentro al enganche pasando por los volantes, apenas ha dejado huella, mostrando un futbolista tácticamente indisciplinado. La marcha en invierno de Eguaras, Igbekeme, Adrián y Ros le ofreció una nueva oportunidad para reivindicarse, pero Grau y Eugeni han supuesto montañas insuperables para el argentino, que también se ha visto limitado por lesiones tan inoportunas como la de Montilivi, donde salió al campo en el minuto 67 para adelantar al Real Zaragoza y del que tuvo que salir el 88 con una rotura fibrilar en el aductor de la pierna izquierda. En un entrenamiento antes de jugar ante el Eibar en La Romareda sufrió un esguince de su tobillo izquierdo. En su aportación como titular, siete partidos hasta la fecha, no consta victoria alguna (cinco empates y dos derrotas).

Por los planes de JIM no ha vuelto a aparecer desde la visita A Anduva en la primera jornada de 2022. «Quiero pedir disculpas públicamente a mis compañeros, al cuerpo técnico y al jugador del Mirandés por la reacción que tuve hoy en el partido. Me siento un traidor por haber dejado a mis compañeros con uno menos y haber perjudicado el partido», escribió Vada en su cuenta de Twitter al final de un encuentro del que se expulsó antes del descanso (m.38) con una patada incomprensible a Ricardo Capellini. En inferioridad numérica, el Real Zaragoza, inmerso en el despegue de la zona de descenso, perdió por 2-0 y al jugador le cayeron dos partidos de sanción. A raíz de ese incidente, el entrenador lo ha utilizado en dos medias partes: con un 0-2 en Ibiza que acabó empatando el equipo de Paco Jémez y la semana pasada en Cartagena, donde nada más entrar sumó su séptima tarjeta (solo Petrovic y Fran Gámez le superan en este apartado) para colaborar al caos general con su habitual viaje a ninguna parte. Ante el Amorebieta se vislumbra tímidamente entre la niebla en la lista de espera de embarque para el once a este pasajero en busca de patria.

One comment on “Valentín Vada, el trashumante sin patria

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    Típico jugador NiNi: ni defiende lo suficiente, ni es lo suficientemente desequilibrante, ni tiene balón parado, ni es capaz de dirigir al equipo, ni filtra pases definitivos, ni…

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