A falta de que se confirme la firma de Rubén Alves como nuevo técnico del Albacete, puesto para el que había sonado Juan Ignacio Martínez, todos los banquillos de Segunda tiene propietario de cara al próximo curso. Los 22 clubes han priorizado la apuesta por el profesional que pilotará cada proyecto en particular antes que los fichajes de jugadores, un mercado que apenas se ha puesto en marcha. El Real Zaragoza ha seguido esa pauta con la contratación de Juan Carlos Carcedo, quien tendrá su segunda experiencia como máximo responsable en el fútbol profesional tras subir al Ibiza y ser despedido en la jornada 21 por Paco Jémez. Su fichaje, al margen de la relación que tuvo con Raúl Sanllehí en el Arsenal y del amplio recorrido nacional e internacional como segundo de Unai Emery, produjo una pausa en las expectativas de la afición, que esperaba que la nueva propiedad presentara a alguien con más nombre y recorrido en la categoría. En realidad, fue el primer aviso de que la moderación, más tarde confirmada con el reconocimiento de un techo salarial similar al del ejercicio anterior, iba ser la pauta en el debut del fondo inversor en el equipo aragonés.
Por el momento y a falta de nuevos futbolistas, alrededor de Carcedo orbita ese porvenir mejor que está por llegar, el eslogan que abandera la campaña de los actuales accionistas. Metódico, estudioso, científico, obsesionado por controlar todo lo que suceda en el campo con un minucioso trabajo previo, no deja de ser una incógnita como antes lo fueron otros colegas con poco o ningún bagaje en la categoría como Popovic, Luis Milla, Natxo González o Imanol Idiakez. El serbio y el vitoriano lograron disputar los playoffs mientras que el exseleccionador y el donostiarra, ahora al frente del Leganés, fueron destituidos tras una docena de encuentros. Una nueva moneda al aire, la primera con Jorge Mas y compañía al frente del Real Zaragoza.
Nueve equipos más se han decantado por oxigenar el cargo mientras se espera a Rubén Alves en el Carlos Belmonte. Luis García Plaza (Alavés), Idiakez (Leganés), Nafti (Levante), Ziganda (Huesca), Bolo (Real Oviedo), Hernán Pérez (Lugo), Javier Baraja (Ibiza) y José Gomes (Ponferradina). El resto ha preferido la continuidad, en la mayoría de los casos más que justificada por ascensos, temporadas sobresalientes o confianza ganada a última hora como son Eder Sarabia (Andorra), Julian Calero (Burgos), Luis Miguel Carrión (Cartagena), Gaizka Garitano (Eibar), García Pimienta (Las Palmas), Aitor Karanka (Granada), Pablo Guede (Málaga), Joseba Etxeberría (Mirandés), Abelardo (Sporting), Ramis (Tenerife), Miguel Rivera (Villarreal B) y Guillermo Fernández Romo (Racing).
La mano de Carcedo en su atractiva y compleja aventura, en un Real Zaragoza que no cambiara ni mucho menos lo que se esperaba con el relevo accionarial, se empezará a notar a partir del 4 de julio, cuando dé comienzo la pretemporada y disponga, se supone, de una hoja de ruta con nuevas adquisiciones y salidas que definan o se aproximen a la imagen que el técnico quiere ofrecer del Real Zaragoza.