Iván Azón contra el mecenazgo

Juan Ignacio Martínez quiere gente con supuestas tablas en el campo. En Logroño no le tembló el pulso para dar continuidad en el equipo a Peybernes pese al regreso de Francés, quien fue despojado de la titularidad pese a haber elevado su rendimiento personal, el defensivo y el del equipo. Peybernes viene con padrino y el gol que marcó al Mirandés, como antes el Toro Fernández, metido con calzador en el once hasta que el uruguayo justificó por qué Iván Martínez había prescindido de sus servicios. El mecenazgo del entrenador se extiende ahora a Álex Alegría, fichado en invierno para solucionar el raquitismo ofensivo y que ya en primavera ha firmado un gol y un penalti fallado. JIM –para esos están los números– ha colaborado para que el Real Zaragoza haya pasado del sofocón de los puestos del descenso a un estado de mínima holgura pacífica, pero ese regusto del entrenador por la veteranía que sí le está dando réditos con Zapater, no justifica algunas de sus decisiones. En concreto, la forma en que ha eclipsado a Iván Azón.

El delantero no ha arrancado un partido desde el inicio desde que el técnico alicantino se hizo cargo del equipo, algo que sí ha sucedido con Larrazabal en Oviedo. Lo chocante de la negación por el punta zaragozano se agiganta más en cómo lo utiliza en las franjas de relevos. En siete encuentros no le ha ofrecido más de diez minutos y en otros cuatro, salvo en los 25 que le dio en el Carlos Tartiere, rondan el cuarto de hora. Esos minutos de saldo se los entrega sin convencimiento alguno, en escenarios imposibles o irrelevantes. Con todo, marcó en Cartagena y cada vez que salta al campo el rival sufre una sacudida, fruto de su ímpetu juvenil y de una descomunal ambición. Si el Real Zaragoza fuera sobrado de gol, esas maniobras pasarían desapercibidas, pero con todo el peso ofensivo sobre Narváez por las pobres prestaciones de Alegría, Azón tendría que aparecer en la alineación de inmediato.

Narváez necesitaba un futbolista cerca de él, si bien Alegría, que sigue alejado del área, no le aporta casi nada. En un principio se esperaba que el tallo extremeño explotara su envergadura para lanzar al colombiano. No existe esa conexión y mucho menos con la pelota abajo, donde las asociaciones entre ambos brillan por su ausencia. La teoría de que con 18 años Azón está verde es cierta, manifestada sobre todo por la aceleración cuando ha dispuesto de ocasiones. Sin embargo, arrolla a Alegría en velocidad, intensidad, profundidad, presión sobre el rival y le iguala en dominio aéreo y en control de la pelota de espaldas. Eso sí, le falta un valedor valiente para una recta final en la que debería ser titular porque el Real Zaragoza necesita su llama constante y quién sabe si los goles por los que suspira sin alegría.

One comment on “Iván Azón contra el mecenazgo

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    Qué más se puede añadir? Que el director general le debería decir que Azón y Francés son propiedad del club…

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