Solo falta Jairo Quinteros Sierra, aquel chico de origen boliviano que con 10 años Juanmi García Inglés, su entrenador y exportero zaragocista, le convenció en Cartagena para que no dejara el fútbol para más tarde acabar en las categorías inferiores del Valencia. El central, tras su cesión al Bolívar y rescindir contrato con el Inter de Miami, será el último en ser presentado pese a que fue el primero en aparecer en la lista de necesidades de última hora una vez que se decidió que Enrique Clemente ya no tenía más recorrido en el club y acabara en el Las Palmas. Hoy se ha confirmado el fichaje del senegalés Makhtar Gueye, el delantero que se buscaba a contrarreloj para luchar contra la sequía goleadora, y Gabriel Fuentes, lateral izquierdo del Junior de Barraquilla que viene en calidad de cedido a cubrir el puesto de Pepe Chavarría, traspasado al Rayo Vallecano. El punta llega también a préstamo desde el KV Oostende de la Jupiler Pro League, aunque supone un gasto mucho más alto que del del colombiano (adquisición a coste bajo y una opción de compra de 1.2 millones), ya que el Real Zaragoza debe hacerse con cerca del 50% de su ficha, una cantidad próxima a los 300.000 euros. En el contrato, avalado desde Miami, se ha añadido una opción de compra en caso de que el conjunto aragonés ascienda a Primera.
A la espera de que se confirme la contratación de Quinteros, esta terna de desconocidos para el gran público se presentan tras operaciones relámpago y a examen, a las puertas del cierre de la ventana de verano. Gueye es un gigante de 195 con un buen ratio del gol que ya no participaba en el Oostende pero que encaja al menos en una posición que solicitaba a gritos el equipo, sobre todo con Iván Azón en la enfermería desde la pretemporada. Fuentes es otro perfil de futbolista. Torrecilla y sus consejeros acudieron a toda máquina a por el lateral, en cuanto se confirmó que Chavarría iba a ser vendido. Desde Colombia recibieron informes no demasiado favorables de un jugador bastante desordenado en defensa y con tendencia a cargarse con tarjetas rojas, pero el director deportivo ordenó que se procediera a la cesión y esta misma tarde ha llegado a la capital aragonesa.
A la espera de que lo pueden rendir los nuevos zaragocistas y de cómo los encaja Juan Carlos Carcedo en sus planes, la imagen del club ha sido de un alto grado de improvisación. La petición de rebaja de salario del 10% a la plantilla que no fue aceptada por un buen número de los consultados, ya dejó un poso de aturdimiento, en gran parte por la losa del límite salarial y por una incapacidad preocupante para hallar otros resortes. La venta de Chavarría (tres millones de euros) y el doble premio de Pep Biel desde Copenhague (por la clasificación para la Champions del equipo danés y un posible traspaso del mediapunta al Olympiakos) ha permitido acelerar estas negociaciones que en absoluto eran las prioritarias cuando se abrió el mercado. Resta por conocer el rendimiento de cada uno en un contexto por descubrir que supone cuál es su altura competitiva, aunque con Gueye es más que probable Carcedo, quien ya cuenta con la inscripción de Iván Azónen La Liga, tenga más recursos en la parcela ofensiva y le obligue a releer el estilo actual de juego.
Clemente no le sirve al Zaragoza pero si le sirve al Las Palmas, serio aspirante al ascenso. Decían que no venderían pero se quitan a Chavarria por una pequeña cantidad de dinero. A cambio vienen desconocidos jugadores de ligas menores, que son desechos de sus actuales clubes. Y del delantero senegalés, qué decir…Un descarte de un equipo menor belga, no es el Brujas, Andelercht o Lieja…en fin, decepción con los nuevos dueños.